El tonto del novio de la hija de mi vecino

Venia yo tan tranquilo de comprar unos cuantos tomates y un poco de pan para cenar esta noche cuando de camino a casa un niñato de esos del TDI, herederos modernos de aquellos GTI se me pega al culo dejando espacio nulo entre el morro de su coche y el pobre culo del mío, en ese alarde que infinita estupidez de algunos post adolescentes cuyo cerebro no llenaría una cucharilla de café.

Yo por salvaguardar la parte trasera de mi coche intentaba frenar despacito, no fuera a ser que el niñato de gafitas de sol que sobresalía por el volante, poco por cierto porque de tan bajo que lleva el asiento parecia una caricatura de “el coche fantástico” ya que da la impresión de no ir conducido por nadie, lo dicho con prudencia no fuera que este bobo del volante aparcara su coche en mi maletero.

Y de repente entramos en una zona de badenes, de limitación a 40 porque hay un cruce peligroso, y con dos rayas continuas como dos rascacielos de grande ¿Y que hace en niñato? Se me pone a adelantar justo cuando salía del cruce otro señor… concertino de pito por aquí aderezado de insulto y gesticulación, y el niñato que la había montado a toda velocidad por los badenes dejándose los amortiguadores, eso si muy “tuning” en cada uno de ellos.

En fin, pienso, otro idiota de estos que luego se matarán los fines de semana y que sus madres llorosas saldrán por la tele diciendo lo bueno que era su hijo y exigiendo que bajen los límites de velocidad a niveles absurdos esgrimiendo la bandera de la carretera asesina… es triste y el amor de una madre sobrepasa la razón y claro, a una madre no se le puede decir “señora su hijo no le ha matado la carretera, su hijo se ha matado él solito por ir haciendo el gilipollas y gracias que no se ha llevado a nadie más por delante” pero claro, parece que si a uno se le ocurre tan siquiera mencionar esto es tachado automáticamente de insensible y entonces aparecen miles de Quijotes a ponerte a caer de un guindo simplemente cuando plasmas una verdad como un templo, que los niñatos por mucha limitación, por mucha raya continua que le pongan ellos van a seguir haciendo el idiota integral, pero las limitaciones al final las sufrimos aquellos que tenemos que aguantarlas… pero en fin… volvamos al niñato que nos ocupa.

Después del susto y del frenazo correspondiente para dejarle al niño pera sitio y que no se tragara al que salía del cruce pasé del tema y seguí de caminito a casa… pero mira por donde que cuando llego a la puerta me encuentro al niño pera de turno aparcado esperando a la hija de mi vecino “anda si es el noviete de la vecina” pensé… y aparque en la puerta de mi casa…

El caballerete valiente luchador contra el Godzilla de la playstation pero cobarde cuando se trata de la vida real me vio llegar ¿Y que hizo? Se agazapó esperando que entrara en casa no fuera a decirle algo, que ganas me quedaron pero pensé… ¿Para qué? No vaya a ser que me diga algo que me moleste y acabemos en comisaría…

He querido escribir estas líneas y contar un poco la historia acontecida esta mañana no porque tenga mayor o menor relevancia, es una tontería… pero una tontería que debería hacernos reflexionar si mañana me encuentro a mi vecino llorando a moco tendido porque la hija se le ha matado en un accidente de coche cuando venía con “el noviete” y claro, ¿Quién le dice en ese caso que la culpa es del novio que es gilipollas y va jugando a la ruleta rusa mientras conduce? A la ruleta rusa con él, con la novia y con cualquiera de nosotros si se cruza con él.

Por ello quiero que se reflexione, que se eduquen a los niños desde pequeños desde la responsabilidad y el respeto, porque estos por muchos radares que les pongas, por muchas limitaciones y por muchas prohibiciones, al final se las pasarán por las narices y acabarán empotrándose en un árbol, y luego ciertos sectores piden bajar los límites de velocidad y me obligan a mi, y a todo buen conductor, a tener que ir a pasito la borriquita mientras los miles de niñatos como el tonto del novio de mi vecina siguen a lo suyo, es decir, a dejar que sus hormonas conduzcan.

3 ideas en “El tonto del novio de la hija de mi vecino

  1. Estarás de cuerdo que cualquiera que viera cometer un delito tiene la obligación moral o por responsabilidad de denunciarlo. Me pregunto ¿ porqué cuando vemos este tipo de comportamientos al volante no lo comunicamos a las autoridades? . En ese sentido imaginémonos que vemos una persona que sospechamos conduce en estado de embriagez y no hacemos nada. Horas más tarde nos enteramos que esta persona a atropellado a otra causándole la muerte ? Me pregunto ¿ no nos sentiríamos responsables de esa muerte ?

  2. Es lo que dice Alvaro. La justicia en este país solo funciona en un sentido, y es DGT–> Hacienda –> Tu cuenta bancaria. Todo lo que se salga de esto no sirve de nada y acaba archivado por «falta de pruebas». Mientras que un guardia de la porra dice «tu aparcaste en doble fila» en un pueblo en el cual nunca has estado, es «palabra de Dios», sin embargo tu dices «he visto al Cano ciego de fino antes de darse una ostia» y tu palabra… es que no eres un «experto».

    Pero no solo con lo referente al volante, sino prueba a denunciar al vecino por montar escándalos, o por ensuciar la escalera o simplemente, por no pagar la comunidad… es la justicia que no funciona ya que al estar politizada hasta las trancas no tiene tiempo de dedicarse al ciudadano, salvo como ya he dicho para embargarle la casa o saquearle la cuenta por alguna multa.

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