Me lo cuenta una fuente de la DGT (la misma que me aseguró que volvía el 120, en contra de la corriente mediática). Después de haber tenido apagados los radares fijos, durante la primera fase del 110, para que la gente no se rebelase, se acabó. Vuelta al 120, y los radares calibrados para saltar a 130 km/h, desde los 132 de hace unas semanas, los 135 de enero y los 138 km/h a que saltaban a finales de año. ¡¡¡Ojo, se trata sólo de los radares que controla la DGT, no hay información sobre los manejados por Mossos y Ertzaintnza!!!
El pasado mes de enero, concretamente el día 26, dábamos cuenta en El Antirradar de la velocidad que Pere Navarro consideraba aceptable para circular, a pesar de haber machacado a Movimiento140 y considerarlo responsable del aumento de la siniestralidad en los últimos meses de 2010. En aquel momento, los radares saltaban a 138 km/h. De acuerdo con una ciruclar firmada por el propio Pere Navarro, a partir de enero los radares debían multar a partir de 135 km/h. Debido, sin duda, a la merma en la recaudación que supuso la huelga de bolis caídos de la Guardia Civil de Tráfico.
Luego vino el 110, y los radares fijos entraron en fase cataléptica. Se traba de demostrar que bajaban las multas por la concienciación de los conductores. Poco duró. A primeros de mayo, se achacó al fin del «efecto 110» el repunte de las multas, cuando simplemente se limitaron a encender los radares fijos.
Ahora, de nuevo, con las medidas represivas agotadas (salvo la cantada de Bartolomé «Eliott Ness» Vargas), hay que seguir haciendo caja; no en vano la DGT es un organismo que recauda más de 1.100 millones de euros al año.
Así que cuidadín. Este verano, los radares en vías limitadas a 120 saltarán a 130. Y mucho cuidado con os indetectables Autovelox, siempre en la mediana de la carretera en las largas rectas que ningún peligro entrañan para la conducción. Los Autovelox, esos que son más caros y menos fiables que los Multanova, esos que la DGT acaba de adquirir en una cantidad de 20, sin publicidad y sin concurso, acechan