El sueño al volante es una circunstancia que se relaciona con una buena cantidad de accidentes de tráfico, especialmente aquellos conductores considerados como profesionales. Numerosos estudios corroboran que muchas salidas de vía, numerosos alcances traseros o de distintos tipos de distracciones, se encuentra un conductor que no había descansado suficientemente la noche anterior.
Es una de las principales causas de accidentes mortales en nuestro país. Se considera que casi un 60% de los conductores han sufrido alguna vez microsueños en la carretera.
Los síntomas de somnolencia al volante.
Picores en los ojos, parpadeamos más de lo habitual, nos sentimos cansados o bostecemos frecuentemente.
Que podemos hacer para su prevención
- Tenemos que dormir entre 7 y 9 horas al día, dependiendo de lo que necesite cada persona.
- Tenemos que leer los prospectos de los medicamentos que estamos tomando, si provocan somnolencia, no podemos conducir mientras dure el tratamiento.
- El consumo de drogas o alcohol ni que sea en pequeñas cantidades, como puede ser una cerveza pueden provocar somnolencia, la mejor solución es no tomar nada.
- Comer mucho y copioso y tener que conducir después puede causar somnolencia, es mejor hacer una comida más ligera para poder conducir más tranquilamente.
- Cada conductor conoce su cuerpo, hay horas al día que tendemos a tener más sueño que otros, por lo tanto tenemos que evitar conducir en este momento del día.
- Tenemos que ir haciendo pequeños descansos si se trata de un viaje de muchos kilómetros, al menos cada 2 horas. Airearse, andar y refrescarse ayuda a prevenir la somnolencia.
Algunas recomendaciones para que nuestro sueño cumpla su función primordial y sea lo más reparador posible “Higiene del sueño”
- No consumir sustancias excitantes o que contengan cafeína / teína (p.ej. café, té, alcohol, tabaco, etc.) especialmente durante la tarde o al final del día.
- Cenar al menos dos horas antes de acostarse. Intentar ingerir una cena moderada, sin excesivos azúcares refinados ni proteínas.
- Realizar ejercicio físico moderado de manera regular preferentemente por la tarde.
- Evitar siestas prolongadas.
- Mantener horarios de sueño regulares, acostándose y levantándose siempre a la misma hora.
- No tener a la vista ningún reloj, en el que pueda ver la hora, cuando intente dormir.
- Evitar la exposición a luz brillante a última hora de la tarde y por la noche si existen problemas para conciliar el sueño.
No nos confiemos
En cuanto notemos los primeros síntomas de sueño, como que los ojos nos pican y escuecen (y nos los frotamos), que parpadeamos más de lo normal, que nos cuesta trabajo mantener los ojos abiertos, que nos sentimos cansados, que necesitamos cambiar de postura o que bostezamos varias veces, debemos actuar ya, y lo mejor es parar.
El sueño tiene todas las papeletas de ganarnos y vencernos. El mejor remedio para el sueño es dormir (tan simple como eso).
