Hasta hace unos años los carteles publicitarios invadían las carreteras españolas pero la Ley de Carreteras 25/1989,
de 29 de julio los eliminó por razones de seguridad con la única excepción del toro de Osborne que fue indultado por
motivos culturales. Según el artículo 24 de esta ley “fuera de los tramos urbanos de las carreteras estatales está prohibido realizar publicidad en cualquier lugar visible desde la zona de dominio público de la carretera, sin que esta prohibición dé en ningún caso derecho a indemnización”.
A los efectos de este artículo no se considera publicidad los carteles informativos autorizados por el Ministerio de Fomento. El incumplimiento de esta norma se considera una infracción muy grave y lleva aparejada una multa de 6.000 a 150.000 euros.
SUELO URBANO
Sin embargo, esta ley no afecta a los tramos de carretera que discurren por suelo urbano, donde la publicidad si
está permitida siendo regulada por las ordenanzas municipales de cada ayuntamiento. Se consideran tramos urbanos
aquellos de las carreteras estatales que discurran por suelo calificado de urbano por el correspondiente instrumento
de planeamiento urbanístico.
Se considera travesía la parte de tramo urbano en la que existan edificaciones consolidadas al menos en las dos terceras partes de su longitud y un entramado de calles al menos en uno de los márgenes.
EL TORO DE OSBORNE INDULTADO
Diseñado en 1957 por el artista Manuel Prieto, el toro fue el icono mercadotécnico de las bodegas Osborne para lanzar su brandy Veterano. Cuando la Ley de Carreteras del ministro Borrell propuso eliminarlos, se produjo una reacción de repulsa e incluso Umberto Eco y Rafael Alberti glosaron el halo
estético del animal-anuncio.
La ley que intentaba preservar el paisaje fuera de las ciudades fue recurrida y el Tribunal Supremo indultó el toro en 1994 al considerar que la silueta de las carreteras era más que una marca comercial y se había convertido en un símbolo nacional.
Además, la Junta de Andalucía lo tiene catalogado como Monumento del Patrimonio Histórico de la Región. En la actualidad, existen 90 figuras de toro repartidas por la geografía española, mientras que entre 1962 y 1964 se llegaron a instalar más de 500.