El descenso del Índice de Precios al Consumo en el mes de julio es fruto de la falta de confianza de los ciudadanos ante la inexistencia de medidas del Ejecutivo, a la recesión económica, que ya nadie discute, se suma el riesgo de deflación en la que están entrando los precios. Y si a ello se unen las expectativas de un incremento del desempleo en los próximos meses, todo ello supone un cóctel explosivo para situación de los trabajadores y sus familias que está suponiendo una reducción drástica del consumo por la falta de liquidez que siguen padeciendo los hogares y el que la tiene lo guarda por si vienen tiempos peores.
Ante las propuestas del Presidente de la CEOE, que sólo se plantea como solución la reducción salarial, la Unión Sindical Obrera propone emprender medidas que generen confianza, medidas que frenen la caída libre de la ocupación para poder empezar a generar más y mejor empleo.
La USO, con el objetivo de recuperar la liquidez en las economías de los trabajadores y su confianza -lo que sería un buen instrumento para reactivar nuestra maltrecha economía- considera necesario que, en actuales convenios que se están negociando, se sigan manteniendo incrementos que respondan a la previsión inicial de IPC que fue el 2% y que sirvió de referencia a las subidas de los productos básicos a principios de año.
Estos incrementos salariales deberían ayudar a reactivar la demanda interna, cuya caída es la principal responsable del decrecimiento del PIB en el último trimestre. Sólo si reactivamos el crecimiento del PIB por encima del 2%, algo que vemos muy lejano se empezará a generar nuevo empleo. Por ello es necesario que las acciones del Gobierno y de los agentes sociales se encaminen a reactivar el consumo interno, para reactivar la economía, lo que ayudará a evitar la destrucción de más puestos de trabajo. Esto sólo se logrará desde la inyección de liquidez a los hogares y Pymes y no recortando salarios.