Más de 11 millones de euros deberán devolver las haciendas locales a los conductores italianos que han sido multados por radares falsos. La Guardia de Finanzas ha descubierto que son ilegales los radares de 70 ciudades del país.
Estos aparatos han puesto miles de multas sin que su correcto funcionamiento estuviera verificado. Eran clones de otros auténticos. Los fabricantes copiaban el número de serie de un aparato homologado y lo colocaban en el falso.
De esta manera, si un conductor recurría la sanción, se miraba el número del radar y la comprobación ratificaba su buen funcionamiento. Así, existen multitud de radares con el mismo número a lo largo de todo el territorio.
Se tendrán que anular 80.000 multas y devolver el dinero a los conductores. Sin embargo, la devolución del dinero a los automovilistas no será automática ya que tendrán que realizar una petición para verificar si su multa fue impuesta por un “radar pirata”.
En algunas ciudades como Camini, una localidad del sur, un radar colocado en la nacional 106 puso el pasado año trece mil multas.
En este país, o bien se falsifica la documentación del radar (si a usted se le ocurre solicitarla previo escrito de alegaciones, claro), o bien se homologan con efecto retroactivo y santas pascuas. ¿Devolver el dinero? Jo-jo-jo… ¡Pues no tienen que aprender, los italianos!