Un radar en el banquillo

AE Nl radar dice que iba a 202 kilómetros por hora, pero el ojo humano que a 150. Las versiones de la máquina y de Natanael F.U. se enfrentaron ayer en un juicio que tuvo lugar en la sala de lo Penal de Avilés. La Guardia Civil lo detuvo el pasado mes de mayo después de que le saltara la foto y marcara una velocidad superior a los 200 kilómetros/hora, muy por encima del límite de 80 que el debía cumplir como conductor nobel que era.

En el momento en el que se lo notificaron pagó la multa «para evitar meterme en líos de abogados y esas cosas», apuntó el joven. Sin embargo, fue el propio cuerpo armado el que le denunció y el fiscal le pidió ayer al juez que le imponga una multa de 2.700 euros, 36 días de trabajos para la comunidad y 21 meses privado del carnet de conducir. Su letrado solicitó la libre absolución y el juez José Luis Niño Romero dejó el caso para sentencia.

Los tres agentes de la Benemérita se reafirmaron en la denuncia que hicieron por entonces y el joven insistió en lo mismo que les había dicho a ellos cuando le pararon: «no me parecía, pensé que iba a menos de 160». Y ayer, a preguntas del fiscal, aseguró que «iba a 150 km/h, porque de reojo miraba para el cuentakilómetros y es lo que marcaba». Eso sí, también reconoció que el tramo por el que circulaba, la Autovía del Cantábrico a la altura de Soto del Barco, «tenía una pendiente, no muy pronunciada».

Su abogado, José Antonio Menéndez Fernández, además de en la declaración de su cliente basó la defensa en cuestiones técnicas. Por un lado, apuntó la posibilidad de que el radar, un autovelox, diese error por la presencia de otro vehículo en la calzada y, por otro, que el turismo en el que circulaba el joven, un Volkswagen Polo, no puede superar los 187 km/h en esa carretera.

Para mantener estas dos teorías presentó un informe de un ingeniero, cuya declaración sirvió para que hubiera una discusión con el fiscal en torno al funcionamiento del radar. A pesar de que el Guardia Civil que el día del suceso lo controlaba afirmó que «si hay algún error no se hace la foto» y por lo tanto no se podría haber presentado, la defensa insistió en que, atendiendo al manual de instrucciones del autovelox, sí puede dar fallo. Lo que lo generaría sería la presencia de otro vehículo, que aparece en la imagen tomada por los agentes, que durante unos segundos circuló en paralelo con el del acusado.

Asimismo, Menéndez Fernández también puso en tela de juicio el hecho de que en el atestado no se hubiera incluído la distancia que existía entre el radar y el Volkswagen Polo. Por todas estas razones el letrado sostuvo que «no se ha demostrado el exceso de velocidad, que sería imposible dándose todas las circunstancias favorables» teniendo en cuenta las características del vehículo. También aludió a varias sentencias falladas en casos similares a este, pero que habían ido por la vía administrativa.

Fuente: La Voz de Asturias

Autor: Otros
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2 ideas en “Un radar en el banquillo

  1. Lo que queda totalmente demostrado es que esta nobel iba muy pasada… ¿estaría preparada para poder ir a esos 150? es lo que me da miedo, más que los límites represivos absurdos de la DGT.

    Me da mas miedo un niñato en su polo haciendo el gamba a 150, que un conductor de mediana edad con experiencia y su audi a 220… pero, para el primero son 100€ de multa y para el segundo, prisión, quitarle el carné, 6 puntos y sodomizarle la cartera…

    País País…

    Visitame en http://www.lacasadelarcerojo.wordpress.com

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