Los muertos de tráfico valen poco

España paga poco por las muertes en accidente de tráfico. De hecho, se encuentra a la cola de Europa, superando tan sólo a Portugal. Por ejemplo, la compensación económica que recibe la familia de un niño fallecido en un siniestro ocurrido en las carreteras del Reino Unido es 63 veces mayor que la cantidad que se le otorga a unos padres españoles por un drama similar. Además, somos el único país del continente donde las aseguradoras sólo cubren a los centros hospitalarios un tope temporal de dos años de asistencia, dejando el resto a la sanidad pública.

Las cantidades de estas indemnizaciones se calculan mediante un baremo que el Ministerio de Economía actualiza cada año según el IPC. Unas cifras que suelen ser ridículas y no cubren ni de lejos las pérdidas económicas derivadas de los accidentes, ni mucho menos las que se dejan de percibir en el caso de que la víctima no pueda volver a trabajar o muera. Por ello, desde enero de 2008, la Unión Europea obligó a España mediante una normativa a adecuar las tasas que se percibían por el seguro obligatorio del automóvil en caso de accidente, que pasaron de 350.000 a 70 millones de euros, nada menos que 200 veces más. Sin embargo, este cambio se trata de un «espejismo jurídico», según José Pérez Tirado, asesor de Stop Accidentes. Y es que las víctimas españolas no pueden optar a esas cantidades porque sigue vigente la Ley de Indemnizaciones de 1995 que estableció, entre otras cosas, el baremo, figura única en la legislación española y que ha sido renovada una vez, en 2003, reduciendo a la baja las cantidades compensatorias.

Según este experto, la normativa se hizo en un momento en que la siniestralidad en España era casi el doble que en la actualidad y con un mercado, el de las aseguradoras, con empresas pequeñas y débiles -lo contrario que ahora- pero que consiguieron participar en su elaboración, dejando a las víctimas de lado y pactando una tabla de indemnizaciones «irrisorias». Opinión que Damián Vázquez, abogado del Defensor del Asegurado, comparte: «Esta ley se hizo en favor de las aseguradoras, no del asegurado, y mucho menos de las víctimas». Esta asociación defiende a los clientes de las compañías de seguros en caso de litigio y, entre ellas, a los afectados por accidentes de tráfico.

Beneficios millonarios

En Stop Accidentes calculan que el seguro de coche que paga un español es sólo un 15% inferior respecto a lo que abona un alemán o un francés. Sin embargo, las indemnizaciones en nuestro país suelen ser hasta cuatro veces menores, mientras que las ganancias de las compañías son millonarias. En 2008, Mapfre, la aseguradora más potente de España, facturó de beneficio neto (después de pagar todos los impuestos) 900 millones de euros: es decir, casi tres millones al día.

Aquí se da la paradoja de que las empresas que operan en España y Alemania, como la germana Allianz Seguros -con 259,9 millones de euros de beneficios en 2008 sólo en España- indemnizan y tratan de forma distinta a sus clientes en función del lugar de procedencia, siendo nuestro país «un auténtico chollo», según López Tirado.

De todas formas, la principal causa de esta desigualdad la marca la legislación. De hecho, las aseguradoras se escudan en el famoso baremo a la hora de compensar a estas víctimas: «Es un tema que no podemos cambiar», se excusa una trabajadora de Seguros Reale. En cada país existen leyes distintas y, en nuestro caso, el ex ministro de Justicia Mariano Bermejo prometió cambiarla al comienzo del ejercicio pasado. El actual titular de la cartera, Francisco Caamaño, ha prometido abordar antes de fin de año la adecuación a los precios de Europa.

Además, a diferencia de lo que ocurre en Europa, en España se aplica el ‘sistema de culpa’. Es decir, una víctima debe primero demostrar que tiene la razón para recibir las ayudas a las que tiene derecho. La aseguradoras, por su parte, intentarán que esa cantidad sea lo menor posible demostrando que en el accidente su cliente no tuvo la responsabilidad -o al menos no toda- para poder así reducir el montante final a pagar. Es lo que se conoce como ‘el porcentaje de coparticipación’. Por otro lado, si al causante de un siniestro le quedan secuelas, no recibirá ni un euro de su compañía, algo que tampoco pasa en Europa, donde existe un seguro obligatorio.

En el supuesto de quedarse tetrapléjico en un accidente de tráfico, un alemán y un inglés recibirían más de cuatro millones de euros, más de tres le darían en Bélgica e Italia, dos y medio en Francia, y algo más de un millón de euros en España. Las cantidades, de todas formas, suelen variar en estos países porque no existen baremos como en España -sólo Portugal acaba de aprobar el suyo-, y es el juez el que decide las cuantías exactas en función del caso. De hecho, en Francia este tipo de compensaciones son mayores en el norte, más rico, que en el sur. Aquí, los letrados no tienen ningún espacio de maniobra por el sistema de baremo.

Precios europeos

En el caso de que una persona quede incapacitada a causa de un accidente de tráfico y no pueda volver a trabajar, le correspondería una ayuda máxima de 87.000 euros. En Alemania, en cambio, los jueces calculan los años que le quedan a ese trabajador de vida laboral, multiplicándolo por su renta anual. Cobrará el montante total. Otro ejemplo de las indemnizaciones irrisorias que se dan en España: a una víctima de un accidente de tráfico que está en la UVI le corresponden al día 65,48 euros, menos de lo que cobra un ciudadano que participe en un jurado popular (72 euros).

Las indemnizaciones por las víctimas mortales rondan los 150.000 euros de media, dependiendo de la situación familiar del fallecido (a cada pariente le corresponderá una cantidad distinta, que nunca superará los 100.000 euros). El Observatorio Europeo de Seguridad Vial, sin embargo, calcula que la cantidad, en función de la riqueza de España, debería ser de 1.302.000 euros. Aún así lejos de Noruega, donde los allegados de una víctima mortal de tráfico cobran casi tres millones. Es decir, en la actualidad, con un fallecido noruego se indemnizan a 20 familias españolas.

Por eso, en el país escandinavo las aseguradoras invierten en mejorar las vías. Sale más rentable. De media, en Europa se paga un millón de euros por víctima. Fuera del continente, Estados Unidos abona más de tres millones, Nueva Zelanda casi dos y Canadá un millón y medio. Por eso, de momento, los muertos españoles en carretera salen baratos.

Fuente: El Correo Digital

Autor: Otros
Autores diversos.

4 ideas en “Los muertos de tráfico valen poco

  1. Cuidado, en parte tenemos lo que merecemos. Porque somos los primeros que, cuando somos jóvenes, queremos tener un coche lo más nuevo y potente posible, eso sí, asegurado a nombre de papi para pagar menos (y ponerle unas llantas molonas), en lugar de andar los primeros años con un Polo de 65 CV, asegurado a nuestro nombre y acumulando antigüedad (a ser posible sin siniestros) y pagar menos cuando nos podamos permitir un coche más potente.

  2. Lothar, la historia es xq casi a igualdad de precio, la prestación de otros seguros de paises europeos es casi 10 veces superior a la nuestra.

  3. Por dos razones principales:

    La primera, porque está la banca detrás de la mayoría de las compañías en españa

    La segunda, porque lo que se destina al fondo de indemnizaciones es una cantidad muy pequeña de lo que se paga.

    Recientemente tuve la oportunidad de incorporarme a una aseguradora como comercial (no lo hice porque recibí malas referencias sobre el pago de comisiones) y los agentes, todos con contrato mercantil, reciben comisiones jugosas por pólizas efectuadas y mantenimientos de cartera.

    Además, el gobierno se lo pone cómodo. Si el gobierno tasa la muerte de una persona en un valor X (inferior a lo habitual), casi se elimina el margen a la discusión. Eso corrobora una vez más como los gobernantes que tenemos son marionetillas que la Banca maneja…

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