Mientras la crisis vacía los bolsillos de muchos españoles, la Dirección General de Tráfico (DGT) no deja de multiplicar sus ingresos gracias a las multas por exceso de velocidad. Los responsables del organismo se empeñan en vender que detrás de estas sanciones no hay ningún afán recaudatorio, pero lo cierto es que los radares que salpican nuestras carreteras se han convertido en su particular gallina de los huevos de oro.
El brutal incremento del número de multas por exceso de velocidad parece tener su origen en la puesta en servicio del nuevo Centro Estatal de Tramitación de Denuncias Automatizadas (Estrada) de León.
Desde marzo de 2008, es allí donde se gestionan todas las infracciones captadas por los 335 radares fijos instalados en España.
Las fotografías y los datos (vía, punto kilométrico, fecha, etc) se cursaban antes en las respectivas jefaturas provinciales, con mayor o menor diligencia.
Pero ahora, se almacenan en el disco duro de la máquina y se envían después, a través de fibra óptica, al centro automatizado de León.
El nuevo ‘cerebro’ de la DGT nació con capacidad para tramitar dos millones de boletines sancionadores al año, aunque se espera que pueda llegar a doblar el volumen de trabajo.
De hecho, este mismo año ha empezado a despachar también las denuncias de los radares móviles de la Guardia Civil de Tráfico.
El Gobierno central invirtió 22,5 millones de euros en este gran centro, pero su amortización parece estar garantizada.
Tráfico no ha facilitado datos sobre el porcentaje de fotografías tomadas por los cinemómetros que quedan invalidadas, pero se calcula que ronda entre el 35 y el 40%.
Cuando se detectan imágenes borrosas o que pueden acarrear la presentación de un recurso, se invalidan inmediatamente.
Fuente: Periodista Digital
«¡A robar!, ¡todos a robar!, que las arcas están vacías.» Claro, porque las están vaciando ellos mismos. Y ahora quieren que las llenemos una véz más los ciudadanos.
Sólo Dios sabe la cantidad de dinero que han despilfarrado ya son todo este tinglado, ¡y la que seguirá!, porque estos no se cansan nunca.
E insisto en que el recurso no lo quieren ¡ni ver!, -se les debe atragantar hasta la comida con él-,así que tomen nota, apreciados conductores, y saquen uds. mismos sus propias conclusiones.
Yo rezo para que, ahora que se ha puesto de moda destapar esos casos de corrupción que todo el mundo (jueces incluidos) ya conocía, algún funcionario con conciencia y valores morales se decida a descubrir todo el tinglado este. Porque seguro que en alguna parte hay un escrito, una circular, una grabación o alguna prueba del mamoneo de esta gentuza. Alguna evidencia del tipo «Pere, necesitamos un incremento en los ingresos con urgencia. A ver qué te inventas, pero saca más pasta. Tu jefe: Rodríguez Zapatero».
Que la esperanza es lo último que se pierde, porque aún no han venido a robármela, claro.
Fugitivo, hay un dicho clásico de sabiduría que dice algo así como: «no hay nada que esté oculto que finalmente no acabe saliendo a la luz». Esperemos que sea cierto.
En cualquier caso, lo que ya está claro es que despilfarran sin cesar, y lo que gastan en estos cacharros lo quieren amortizar, y así se creen ellos mismos sus propias falacias del tipo: «como lo que hemos gastado lo recuperaremos a base de multas, es como si no hubiéramos gastado nada». ¡Mentira! Despilfarrais y luego expoliais. Saludos.
Otra cosa tengo clara. Esto se va a ver cada día con más frecuencia. A la gente se le pueden apretar las clavijas, pero la paciencia tiene un límite. Los ciudadanos tienen el derecho (yo diría que es más un deber moral) a rebelarse contra cualquier clase de tiranía, aunque, por supuesto, el tirano jamás te reconocerá tal derecho y lo calificará de «delito»:
http://www.controleradar.org/photo-radar-detruit.html
No hace falta llegar a ese extremo, sobretodo porque si te trincan te van a pedir mucha pasta en daños al radar.
Yo para estas cosas siempre he recomendado la tecnica de la pegatina, una pegatina que no tiene que ser muy grande pegada ya sabes donde.
Los radares incluyen incluso cristales de recambio en su interior, por si resultan rotos o cubiertos de pintura. No, en Francia son más listos. De poco vale que te pidan la pasta que cuesta el radar, si no la tienes. Y primero te han de pillar, que sólo faltaría que los radares tuviesen más protección policial que los ciudadanos. Eso aún cabrearía más a la gente…