La crisis económica, con una disminución de ingresos de las admnistraciones públicas en el apartado tributario, ha provocado un afán recaudatorio que, en el ámbito municipal, se manifiesta, entre otras cosas, en un aumento de las multas relacionadas con el tráfico. El caso de Santa Coloma de Gramenet es un reflejo de esta situación.
El Ayuntamiento de esta ciudad ha tenido que aplazar la aprobación del presupuesto para 2010 ante las reservas planteadas por la interventora municipal. Una de las objeciones de la interventora se fundamenta, precisamente, en el excesivo aumento previsto -en su opinión- en la partida de ingresos por multas.
La previsión de ingresos por este concepto en el proyecto de presupuesto era de 600.000 euros, cuando, normalmente, los ingresos municipales originados por sanciones en Santa Coloma no superan los 200.000 euros anuales.
El problema es más general. Recientemente, Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, declaró que el volumen actual de multas de tráfico ha crecido tanto, que las administraciones -estatal, autonómica en el caso de Catalunya y el País Vasco, y municipal- “son incapaces de tramitarlas con eficacia. Son víctimas de su propia burocracia”.
Asimismo, las asociaciones de automovilistas Real Automóvil Club de España (RACE) y Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), coincidieron hace unos meses en que la subida hasta el 50% del descuento en las multas de tráfico por pronto pago tiene detrás fundamentalmente un afán recaudatorio del Gobierno español.
También se ha considerado que la reducción de la velocidad a 80 km. / h. en las autopistas y autovías de acceso a Barcelona tiene, entre otras motivaciones, el propósito de aumentar los ingresos por sanciones de tráfico. Según el Servei Català de Trànsit se imponen una media de 122 sanciones diarias en esos tramos.
Fuente: AutoPlus