El agua que se usa para limpiar los parabrisas de los automóviles podría ser la fuente de hasta el 20% de los casos de
legionelosis, según una investigación llevada a cabo por la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido (HPA,
por sus siglas en inglés).
El estudio surgió después de que la HPA detectara en Inglaterra y Gales una alta tasa de infecciones por legionelosis
(cinco veces más) entre los camioneros, las personas que se desplazaban en coche por zonas industriales y las que pasaban mucho tiempo en el automóvil o conducían más a menudo con la ventana abierta.
Los investigadores británicos descubrieron que la clave se encontraba en la presencia, o no, de líquido limpiador en el
depósito, ya que uno de cada cinco recipientes para almacenar el agua para limpiar el parabrisas que no contenían este líquido presentaban restos de la bacteria de la “legionella”.
En este sentido, la directora regional de la HPA, la doctora Isabel Oliver, señala que, aunque se necesitan más estudios
para confirmar el vínculo, los conductores deberían añadir líquido limpiaparabrisas a sus coches, ya que éste contiene a menudo agentes que evitan el crecimiento de las bacterias.
La legionelosis es una enfermedad relativamente rara que se manifiesta de forma esporádica y que, por lo general, no
se asocia a un foco de infección reconocido.
Esta infección bacteriana puede ser mortal en cerca del 15% de las personas infectadas y se caracteriza porque su patógeno se aprovecha de los sistemas de agua tibia que no están limpios para multiplicarse.