Cada nota de prensa marea sobre la cuestión de la influencia de la velocidad en los accidentes con números que ni siquiera coinciden entre una y otra comunicación oficial. Hay, en mi opinión, un claro ánimo de engaño con la velocidad, con la causa última de la justificación de la política de represión al conductor y de la presión sancionadora.
“Los últimos fines de semana están siendo especialmente duros en la carretera. Una tercera parte de los muertos se deben al exceso de velocidad…” Así empieza la cuña de radio que estos últimos días oímos a todas horas. Es, simplemente, falso. Como igualmente falsa es la afirmación que se realiza en el número 202 de la revista de DGT, en un reportaje titulado “Velocidad: pasiones que matan”, donde, sin empacho se afirma “en 2009, el exceso de velocidad estuvo detrás del 28% de las muertes en carretera”. Y partiendo de esa premisa más falsa que un euro de escayola, (que viene en el primer párrafo del reportaje, y que invalida el resto de su contenido) argumenta la revista que “por eso mismo, la reducción de la velocidad en la conducción es una de las prioridades del próximo Plan Estratégico 2001-20 que está elaborando la DGT. Vamos, más radares.
Pero veamos cuán dispares pueden ser las cifras cuando la pobre velocidad está de por medio.
En la nota de Prensa sobre el dispositivo especial de la operación Semana Santa 2010, de 25 de marzo, se dice que “más del 30% de los accidentes tienen relación con la velocidad”. Aquí al menos ya no se habla de “exceso de velocidad”; se supone que meten en el mismo saco a la velocidad inadecuada (siempre, por definición, inferior al límite marcado para la vía), aunque lo de la velocidad inadecuada lo que viene a decir es que sin movimiento no hay accidente. Es decir, que debe haber al menos otro factor concurrente. Pero esos, salvo contadas excepciones, se omiten. Y, es, sí, las distracciones. Por lo que se ve, andan tan distraídos los conductores como los responsables de la DGT.
En una nota de Prensa sobre motos se mezcla velocidad inadecuada con excesiva, achacando a este factor la mitad de los accidentes de moto entre enero y mayo de 2010.
En la nota de Prensa de presentación de la operación tráfico verano 2010 la velocidad inadecuada como causa asciende ya al 40% en los accidentes mortales.
Pero es que en el documento de Interior sobre el balance de siniestralidad 2009, se dice que el número de vehículos detectados a más de 140 por hora es del… ¡¡0,4%!! ¿A ese 0,4% se le pueden achacar el 40% de los muertos? Me parece que no cuadra. Ya sé que no son magnitudes comparables, pero es ilustrativo de la poca incidencia de la velocidad en la siniestralidad.
Poco después, en el indicador rápido de accidentalidad de Interior da un dato de velocidad inadecuada: el 21% de los accidentes, muy lejos del 40% que decían unas semanas antes. Si nos descuidamos acaban echando a la velocidad la culpa de las cifras de desempleo.
Así que, dependiendo de si hace sol o de si el redactor de la nota ha desayunado torreznos, la velocidad es responsable de entre el 21% y el 40% de los accidentes mortales. Es una preciosa horquilla, de la mitad, al doble. Y ojo, esto está sacado de las notas de Prensa de la DGT y Ministerio del Interior.
Como ambas cosas no pueden ser ciertas, me propuse buscar un dato que al menos procediese de una fuente estadística. Y lo último que hay disponible a fecha de hoy es el Anuario Estadístico de Accidentes de 2008, de la propia DGT.
Sólo al final del mismo podemos encontrar causas concurrentes de accidentes con víctimas, no sólo muertos, que son las cifras que la DGT nos da entre anuario y anuario. Pero de esto ya hablaremos. Y lo cierto es que, según dicho anuario la velocidad excesiva como factor concurrente de accidentes con víctimas es del 1,93%. Y la velocidad inadecuada, del 13,1%. Eso en los accidentes en carretera. Poco más del 15% en total ¿Y en zona urbana? Pues la velocidad excesiva está presente en un 0,49% de los accidentes, y la inadecuada, el 3,56%.
No diré yo que pretendan engañarnos, afirmo que lo consiguen. Por favor, intentemos que se sepan estas cosas.
Fuente: ElAntiRadar
Otro ejemplo claro de la impunidad del gobierno (y no gobierno) para engañar, mentir y manipular sin que exista ningún tipo de consecuencia negativa para ellos. Si sale un Zapatero hablando de pleno empleo y consigue la tasa de paro más alta que se recuerda nunca, no pasa nada, si sale Camarada Comisario saltándose las leyes y la constitución con SITEL, no pasa nada, si la DGT miente y vulnera reiteradamente la presunción de inocencia del conductor, no pasa nada, entonces… ¿Por qué no iba a mentir y falsear las cifras para justificar su represión? si no va a pasar nada.
Esto en cualquier república bananera se llama «aleccionamiento de masas», ¿como lo queremos llamar en España? muy simple «por nuestra seguridad», lo mismo que el ex gobierno militar argentino hacía redadas «por la seguridad del pueblo», o el gobierno cubano censura los medios de comunicación por «la seguridad ideológica del pueblo».
Hasta los guevoss de radares y otros artilugios coercitivos. Qué bien, qué poco les queda a estos en la poltrona. A ver si lo que vengan luego son más lúcidos.
El problema es que cambiando la rosa por la gaviota en la DGT nos vamos a quedar igual (y diciendo «jesusito de mi vida que me quede como estoy») ya que ningún gobierno bananero como los que tenemos, o podemos tener van a renunciar al dinerito fácil, más cuando la gallina de los huevos de oro de las recalificaciones la han matado y de algún sitio hay que sacar los sueldos para políticos, asesores, amigos y novietes de la Bibi.
Si mañana subieran el límite a 121Km/h y un fin de semana «Muriera una sola persona más» automáticamente harían una campaña para bajar los límites a 90. Si, como ya se ha visto con la huelga de picoletos, si se aumentara el límite a 200Km/h y murieran 10 personas menos, ya se inventarían algo para incrementar esas cifras para volver a los 90Km/h
La manipulación del gobierno es tan alta y las mentiras tan claras que dejan al «amigo» Franco como un autentico defensor de la libertad de información y el NODO, de mayor rigor informativo que un telediario de la Sexta, de cuatro, del intertoro o de TVE.
Y mientras los ciudadanos balando… beee beee.. por nuestra seguridad… beee beee… PP caca…. beee beee… PSOE caca… beee beee… crucifijo si… beee beee, cricifijo no… beee beee… huelga si pero no contra el gobierno… beee beee…
… Y los «pastores», gastandose nuestros impuestos en lujos asiáticos.
Ni me he acabado de leer el artículo, porque estoy… ¡hasta los cojones!, de toda esta pandilla de:
¡Mamarrachos!, ¡memos! ¡golfos!, ¡manipuladores!, ¡embusteros!, ¡falseaestadísticas!, ¡ladrones!, ¡expoliadores!, ¡indocumentados!, ¡engañabobos!, ¡politicastros de mierda!, ¡cobrarrentas!, ¡amasafortunas!, ¡lameculos!, ¡calientapoltronas!, ¡enchufados!, ¡monigotes! (de pizarra de colegio), ¡inútiles!, ¡incultos!, ¡catetos!, ¡amorales!, ¡sectarios!, ¡»iluminados»!,¡cobrarrentas!, ¡hijos de mala madre!, ¡resentidos!, ¡tercos!, ¡asquerosos!, ¡chupópteros!, ¡holgazanes!, ¡tiranos!, ¡ademócratas!, ¡secuestrademocracias!, ¡ratas!, ¡parásitos!, ¡soplagaitas!…
No se no se, me parece a mi que me he olvidado algún «calificativo» importante.
¡Uy!, ¡si he repetido «cobrarrentas»!
¡Qué lástima! Con lo bonito que me había quedado…
Bueno, pués lo cambio por «chupamaripoliticogilimierdas».
¡Hala! Y qué se vayan YAAAAA.
¡A cascarla!