Automovilistas Europeos sociados (AEA) ha solicitado el Gobierno y a todas las comunidades Autónomas que regulen la actividad de los parcacoches de discotecas para que éstos sean responsables ante posibles robos, daños o accidentes provocados con los vehículos que estacionan.
AEA ha instado a estos establecimientos a que profesionalicen este servicio con la entrega de resguardos por el depósito del vehículo, tal y como ocurre en talleres y garajes.
El objetivo de esta petición es que cuando se entregue un coche, se haga en guardia y custodia y no de encargo como sucede ahora, es decir, con el compromiso de que constituya una especie de contrato entre las dos partes para que el vehículo se devuelva en las mismas condiciones en las que fue entregado. De este modo, en caso de desperfectos o daños sería la empresa la que se encargaría de repararlos, lo que no ocurre en la actualidad.
A AEA han llegado diversas reclamaciones sobre este asunto. Las menos frecuentes son las relativas a robos de vehículos aunque hay casos en que los “cacos” se han hecho pasar por aparcacoches de algún bingo o restaurante de lujo para hacerse con el coche, generalmente de alta gama.
La mayoría de las quejas se corresponden con pequeños desperfectos en el vehículo y, especialmente, con las multas
de aparcamiento o de exceso de velocidad que posteriormente llegan al propietario.
En este sentido, AEA critica que “si ahora dejamos un coche en un taller y nos ponen una multa, es el taller el que se hace cargo de ella, pero en el caso de los aparcacoches no es así. Tendríamos que volver a la discoteca para saber quién lo aparcó e identificarle como conductor».
Además, la Ley de Tráfico exige al dueño del coche que se cerciore de a quien se lo deja y que éste tenga permiso de
conducir. En caso de accidente, el titular incurriría en un delito contra la seguridad del tráfico como coautor del mismo y, si así lo determinan los jueces, podría recibir la misma condena que el conductor participante en el siniestro.
Asimismo, AEA recuerda que en caso de daños a otro vehículo, el seguro sólo se haría cargo de ellos si es a todo
riesgo por lo que “no podemos dar las llaves de nuestro coche a alguien que no conocemos de nada, ni sabemos su
nombre o si tiene el carnet de conducir en vigor. El automovilista tiene que tener más precaución porque el coche
genera una responsabilidad”.