Federico Souvirón (Málaga, 1954) es prácticamente la única voz discordante con la política de seguridad vial “basada sólo en la represión” puesta en marcha desde la llegada de Pere Navarro al frente de la DGT. Los diarios de sesiones testifican con tozudez las ocasiones en que este diputado del PP ha preguntado a Pere Navarro sobre aquellas cuestiones que le incomodan o que simplemente no le agradan: la callada por respuesta, o la evasiva, ha sido la postura más habitual del catalán en sus comparecencias parlamentarias frente a los requerimientos de Souviron.
Me recibe en su despacho del Congreso de los Diputados, y más que entrevistarle, charlamos durante más de dos horas, sobre lo que ha ido pasando estos años, y sobre lo que pasará si ellos llegan al Gobierno, sobré qué cambiará y qué seguirá. Tiene claro que la seguridad vial es una preocupación de la sociedad, y amplísimos sectores de ésta se sienten, por el simple hecho de ser conductores, presuntos culpables, sospechosos y sujetos de recaudación permanente. Y por eso, afirma, quiere cambiar muchas cosas.
Sobre la proliferación de radares, afirma contundente “que la gran mayoría de ellos están sólo para recaudar”. “Hay que ver dónde son realmente necesarios, y por ello el criterio no puede ser su capacidad recaudadora”, explicó, en alusión a las palabras de Pere Navarro cuando afirmó que un radar en una carretera con poca intensidad de tráfico no es rentable. “Quitaremos los radares que estén para recaudar y los pondremos donde verdaderamente la velocidad sea un factor de riesgo elevado, y estableceremos un uso más racional de los radares móviles”.
La cuestión de los radares nos lleva, como es lógico, a la de los límites de velocidad. Hace unos meses el Congreso aprobó una Proposición No de Ley instanto al Gobierno a que revise los límites, pero Souvirón está seguro de que no se modificarán en esta legislatura. “El Gobierno no quiere saber nada de modificar los límites de velocidad, no piensa tocarlos”. Alguien tendrá que hacerlo, le digo. Su respuesta es clara: “Si el Partido Popular llega al Gobierno se hará un profundísimo estudio sobre los límites de velocidad, no puede ser que estén fijados con criterios de hace cuarenta años. Existe la tecnología necesaria para implantar sistemas de velocidad variable en función del tipo de vía y de las circunstancias puntuales que en ella concurran. Nuestra idea es, primero, estudiar los límites: subir cuando se puedan subir, y también bajar cuando sea necesario, que lo es en muchos casos. Y, después, como digo implantar un sistema de límites variables”.
Para Souvirón, “el problema de respetar o no los límites es una cuestión de su credibilidad”, y acepta claramente que un límite fijado para colocar un radar de atrás “destruye la credibilidad del límite y de quien lo fija, porque está dando el mensaje de que el límite existe para sacarle el dinero”.
En todo caso Souvirón tiene claro que la eficacia de las medidas represivas respecto del descenso de la siniestralidad es muy limitada, y atribuye como factores fundamentales «la mejora de las vías, la renovación del parque automovilístico y la mayor eficacia de las asistencias sanitarias».
Otra de las modificaciones más importantes que emprenderán será la de la reciente Reforma de la Ley de Seguridad Vial. Para Souvirón, la postura del Gobierno y de la DGT ha sido “equiparar las multas con las tasas y los impuestos; eso es lo que nos dijo Pere Navarro, que quería una capacidad recaudatoria ejecutiva similar a la de Hacienda o la Seguridad Social, olvidando por completo que una sanción exige un procedimiento que garantice los derechos fundamentales del denunciado”. «La nueva LSV -afirma- es una clara expresión de la ineficacia de la DGT a la hora de tramitar los recursos de los conductores, y ha preferido que le hagan una ley que le ahorre trabajo en el procedimiento que cumplir con su obligación, que es tramitar en tiempo y forma los requerimientos de los ciudadanos»
Ciertamente, el PP fue el único partido que votó en contra de esa Ley, rompiéndose años de consenso en materia de legislación sobre tráfico. Le tomamos la palabra, queremos que se modifique esa Ley. “Por supuesto; hay que volver a un procedimiento, el que había, perfectamente desarrollado en la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, que verdaderamente sirve de contrapeso a los excesos recaudatorios de la Administración, y que funciona perfectamente”.
Para Souvirón, otra de las asignaturas pendientes es la educación vial. “El Gobierno ha renunciado a la educación vial, como puede verse en el programa electoral del PSOE”, en referencia a que el asunto, que sí figuraba en anteriores compromisos programáticos del partido en el poder, “se cayó” en el programa de las elecciones de 2008…
Hay una pregunta que no puedo dejar de hacerle: ¿Qué harán si se demuestra de la DGT manipula las cifras de siniestralidad? «Pediremos la dimisión inmediata de Pere Navarro». Pues tiene usted unas cuantas pistas…
Que no dude Federico Souvirón que estaremos cerca cuando haya que recordarle todos estos compromisos. Muchos votantes quieren un cambio en la política de Tráfico y Seguridad Vial, y me malicio que el único que de verdad quiere cambiarlo es el PP. Ya veremos.
Fuente: El AntiRadar
Ya que todos son igual de malos, mañana tendrá mi voto aquel que suba el límite de velocidad a 160 en autovía y nos deje a los conductores en paz.