Según los datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, en su avance enero-agosto 2010, se percibe un descenso de accidentes laborales (-5,8%) y enfermedades profesionales con baja (-5,7%), lo cual celebramos, aunque creemos que está motivado más por la destrucción de empleo, sobre todo en sectores tradicionalmente con altas tasas de siniestralidad como la construcción, que por las acciones y el aumento de inversión en prevención. La otra cara de la moneda es el aumento significativo y constante de accidentes laborales (4,9%) y de enfermedades profesionales (19,8%) sin baja.
Desde USO entendemos que este incremento está relacionado principalmente con dos aspectos; las políticas empresariales de siniestralidad cero o de contadores de días sin accidentes, medidas que conllevan, en muchos casos, coacciones, directas o indirectas, a los trabajadores para que no causen baja recolocándolos en otros puestos de trabajo, así como con la publicación del Real Decreto 404/2010, de 31 de marzo, más conocido como Bonus de Siniestralidad que conlleva la reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales (ver Boletines de mayo y abril).
El miedo de los trabajadores a perder su puesto de trabajo en un momento de crisis como en el que estamos, añadido a la precariedad laboral y el abaratamiento del despido fruto de una Reforma Laboral funesta, lleva a que un derecho como coger la baja cuando se ha sufrido un accidente o cuando se padece una enfermedad profesional se haya convertido, tristemente, en un acto de riesgo.
