En el reparto de la renta generada durante 2010 en términos de Producto Interior Bruto las grandes beneficiadas son las administraciones públicas, ya que en valor, los impuestos netos sobre la producción y las importaciones han sido las rentas que han conocido una verdadera eclosión durante el ejercicio, frente a una tasa negativa de las rentas salariales y empresariales y la renta mixta.
El epígrafe de rentas fiscales elevó su valor a 92.174 millones de euros, lo que significan 15.770 millones de euros más que en el año precedente.
La tasa de crecimiento se elevó al 20,6 por ciento, consecuencia de una trayectoria trimestre a trimestre muy expansiva, que se inició en enero-marzo con el 6,5%; siguió en abril-junio con el 47,7%; continuó en julio-septiembre con un 45,4% y cerró el último trimestre con el 0,2%. Con todo ello, la participación de los impuestos ligados a la producción se elevó al 8,67% del PIB, 1,42 puntos más que en el año precedente.
Por el contrario, las rentas salariales, medidas como remuneración de los asalariados, se redujeron en valor durante 2010 el 1,5%, consecuente con caídas sostenidas a lo largo de todo el ejercicio y muy especialmente con la caída del 2,3% registrada en el último trimestre, en el que los recortes salariales de los empleados públicos acumularon más diferencia con el mismo periodo del año anterior.
Como no puede ser de otra manera las caídas de las rentas salariales más aparatosas se concentran en el sector de la construcción, que es el que más empleo ha destruido. A lo largo de los cuatro trimestres del año las caídas han sido superiores a dos dígitos y especialmente en el cuarto trimestre, en el que anotaron el -14,7%.
Aunque en términos más moderados, también la industria ha visto erosionar la remuneración salarial y de manera creciente a medida que avanzaba el año, lo que cristalizó en una reducción máxima en el cuarto trimestre del -7,7%.
Las actividades de servicios han salido mejor libradas, puesto que el volumen de sus rentas salariales ha sido relativamente constante, aunque es conveniente añadir en este capítulo que, en congruencia con lo que ha ocurrido en la generación de actividad, los servicios de no mercado (prestados por administraciones públicas, básicamente) han mejorado su ejecutoria salarial, mientras los que están expuestos a la competencia, mayoritariamente prestados por empresas privadas, han reducido sus remuneraciones.
El sector primario, consecuentemente con la mejora de la actividad que se ha señalado, ha mejorado la rentas de los asalariados en tasas relativamente elevadas, superiores al incremento de la actividad, aunque esa evolución no ha sido equilibrada, ya que en el primer semestre del año acumularon crecimientos superiores a los dos dígitos y, sin embargo, en la segunda mita del ejercicio se contuvieron hasta tasa del orden del 5 por ciento.
Dentro del capítulo de remuneración salarial, los costes laborales unitarios (CLU) cayeron en el cuarto trimestre a una tasa del -2,3%, un retroceso que fue progresando a lo largo del ejercicio
El excedente de explotación
Los estrechos márgenes en los que se ha movido el margen de explotación y las rentas mixtas, sitúan a este epígrafe en unos términos en tasas positivas y en otros en negativas.
Por ejemplo, en términos de tasa anual del valor respecto al PIB, estas rentas se incrementaron el 0,2 por ciento hasta alcanzar 461.539 millones de euros, es decir el 43,43% del total. Sin embargo atendiendo a la evolución de la participación sobre el total del PIB esta bajó 3 décimas respecto al ejercicio completo anterior.
En el perfil del año, se apreció un notable incremento en el primer trimestre (5,6% anual) pero en el segundo y tercer trimestre las cifras se dieron la vuelta y anotaron caídas del -2,9% y del -2,5%, respectivamente. En el cuarto trimestre de 2010, volvieron a tasas positivas, con el 0,4 por ciento.
Respecto a la composición del deflactor implícito del PIB, el excedente de explotación y la renta mixta aportan 1,5 puntos al crecimiento de este índice y los impuestos a la producción y las importaciones aportan un punto; las remuneraciones salariales, al contrario, restan 1,1 puntos.
Pero vamos a ver ¿todavía no os habéis enterado donde va el dinero público? va en pagarle los sueldos a los políticos, a sus asesores y a sus amiguitos, a pagar a CCOO y UGT, a pagar a los amigos del Senegal (ahora Zapatero promete 300 millones de euros cuando nos hace ir a 110 sobre ruedas que no consumen y bombillas de leds)… Y nunca habrá bastante porque contra más dinero se recaude más políticos habrá, más asesores habrá, y por supuestos, más amigos del Senegal habrá.
Sanidad, educación, I+D… ¿que es eso?