Un conductor del condado de Yolo (California) ha demostrado que la policía se equivocaba al denunciarle por exceso de velocidad gracias a la aplicación “My Tracks” de su teléfono móvil. Las aplicaciones GPS orientadas a ayudar en la conducción son cada vez más frecuentes en los teléfonos móviles de última generación. Estas aplicaciones permiten registrar datos exactos como la distancia recorrida, la velocidad media y la velocidad máxima alcanzada en el trayecto.
Un conductor americano ha utilizado estas pruebas para defenderse de una multa de tráfico incorrecta. Durante su trayecto la policía le solicitó que se detuviese ya que había sobrepasado el límite de velocidad de 25 millas por hora (40 km/h).
En la multa se aseguraba que el conductor circulaba a 40 millas (65 km/h). Sin embargo, según los datos de su “Android”, la velocidad media había sido correcta y el pico más alto registrado había sido de 26 millas por hora (42 km/h).
Con estos datos el afectado decidió reclamar la multa en los tribunales aportando los datos de su teléfono como prueba. El juez encargado del caso ha decidido retirarle la multa ante los datos presentados.
No si todavía habrá que llevar un notario en el asiento del copiloto y taquígrafos en los asientos traseros…