Los fallecidos totales por accidentes en 2010 fueron 2.470, un 42,7% más que los 1.730 anunciados por Rubalcaba

Un total de al menos 2.470 personas se dejaron la vida en nuestras carreteras y calles durante el año 2010, según han informado a El Antirradar fuentes de la Dirección General de Tráfico. Esta cifra incluye los muertos en carretera y vía urbana a 30 días, es decir, es la cifra definitiva que deberá figurar en el anuario que, inexplicablemente, no estará disponible hasta finales de año. El dato es un 42,7% superior al ofrecido a principios de año por el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando ofreció, en conferencia de Prensa, el balance de Seguridad Vial del año 2010, que arrojaba un total de 1.730 fallecidos.

La diferencia procede de la aplicación de un factor multiplicador para obtener el dato global. El factor aplicado en 2010 (1,427) ha sido prácticamente idéntico al utilizado para obtener la cifra total de fallecidos en el año precedente (1,426) y también del utilizado en 2008, cuando se aplicó un factor de 1,422. Por lo tanto, si desde que se cierra el año es posible saber el número total de fallecidos mediante la aplicación de dicho factor corrector, ¿por qué se informa sólo de la mucho más favorable cifra provisional de muertos en carretera a 24 horas? La pregunta se responde sola.

La operativa informativa de la DGT con las cifras de siniestralidad es sistemáticamente parcial. Todo dato relativo a accidentes, muertos o heridos se refiere únicamente a los siniestros ocurridos en carretera (dejando fuera zonas urbanas y fallecidos a más de 24 horas), y a las víctimas producidas sólo en aquellos que registran muertos. Así, la cifra de accidentes es sólo de accidentes mortales, y la de heridos, la correspondiente a esos mismos accidentes mortales. Y, por supuesto, sólo se maneja como dato de fallecidos el provisional, nunca el definitivo.

La DGT se escuda para no manejar datos definitivos en la supuesta tremenda laboriosidad que supone la recopilación de datos de municipios, de evolución de heridos graves y otras cuestiones menores, de modo que siempre se da a sí misma entre nueve y diez meses de plazo para dar cifras definitivas. Pero lo cierto es que los principales municipios vierten su información al sistema informático de la DGT en tiempo real, y la pretendida observación de la evolución de los heridos simplemente no se realiza en la forma que pueda producirse una modificación sustancial de los datos finales.

Por ello, según ha podido saber El Antirradar, la DGT cuenta desde mucho antes (normalmente al cierre del primer trimestre del año) de prácticamente toda la información sobre siniestralidad en el año precedente; y desde luego, de las principales magnitudes, como accidentes, muertos, y heridos graves y leves. Es una información mucho más completa que arroja una visión infinitamente más realista de la siniestralidad vial que los datos provisionales que siempre ofrece la DGT. La razón es sencilla: hay enormes diferencias en los números de víctimas mortales, lo que arrojaría un panorama mucho menos triunfalista de la gestión de la seguridad vial.

El factor multiplicador

Lo cierto es que para el paso de la cifra provisional de siniestralidad al dato definitivo se utilizan diversas fórmulas matemáticas que arrojan en cada caso (muertos, heridos graves y leves) un simple factor multiplicador que se supone que no ha sido modificado en los últimos cinco años. Sin embargo, un análisis de la evolución comparativa de la mortalidad a 24 horas respecto de la producida a 30 días, entre los años 2003 al 2010 expresa una realidad bien distinta: cada año el “gap” entre cifras provisionales y definitivas es mayor, como puede comprobarse en el siguiente cuadro:

Llama la atención que el progresivo engorde del factor multiplicador coincide con el progresiva rebaja en los porcentajes interanuales de descensos de fallecidos, de modo que en los últimos años, en los que la caída de fallecidos en términos provisionales ha sido menor, el dato definitivo ha sido proporcionalmente muy superior al de los años precedentes.

Casi como si se tratase de un diseño predeterminado, podemos comprobar cómo la diferencia entre muertos provisionales y totales crece en casi 8 puntos en sólo siete años, en cadencias de dos a dos puntos porcentuales por año, aproximadamente.

¿Qué explicación tiene este comportamiento de las cifras? De acuerdo con lo expresado a El Antirradar por fuentes de los grupos de investigación de accidentes de tráfico, que son, a su vez, operadores del sistema informático ARENA de estadísticas de siniestralidad, la razón es que, conforme se atenúa el descenso en los muertos a 24 horas, se incrementa el número de siniestros con víctimas mortales cuya contabilización se traslada al cómputo general. Asistiríamos, de este modo, a un minucioso afeitado en las cifras provisionales (las que aparecen en todos los medios) para luego incorporarlas a un dato definitivo que apenas tiene trascendencia pública.

Diversas organizaciones y partidos políticos, como Dvuelta, AEA o el propio Partido Popular, han solicitado reiteradamente que se auditen las cifras de siniestralidad y se explique, con luz y taquígrafos cuáles son los procedimientos para la elaboración de las cifras de siniestralidad vial, sin éxito por el momento.

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