El obispo de Lleida, Joan Piris, ha reconocido en una carta dominical que le gusta correr, que ha sido multado por exceso de velocidad y que no le parecen bien las reducciones de velocidad e incluso ve «discutible» aplicarlas en algunos lugares.
Pese a ello, Piris ha pedido prudencia en la carretera y sensibilidad con los accidentes de tráfico.