Una jueza de Tarragona ha absuelto a un ciudadano chino que no se sometió a la prueba de alcoholemia al considerar que no entendió lo que le pedían los Mossos de Esquadra y, por tanto, no cometió un delito de desobediencia a la autoridad.
Los hechos ahora juzgados ocurrieron el pasado 31 de marzo, cuando los Mossos d’Esquadra detuvieron un vehículo y
pidieron a su conductor que soplara el etilómetro.
Tras varios intentos, el conductor continuaba sin realizar correctamente la prueba, por lo que los agentes, que le hablaron en castellano, recurrieron a la mímica para hacerse entender.
Según la sentencia, no ha quedado acreditado que el conductor “entendiera todas y cada una de las indicaciones de
los agentes, ni la relevancia del requerimiento y las consecuencias de la negativa a someterse a la prueba”.