A lo largo del próximo año, la Fiscalía General del Estado pondrá en marcha en la Comunidad Valenciana un proyecto piloto en el que a los conductores condenados por delitos contra la seguridad del tráfico por un consumo elevado de alcohol se les dará la posibilidad de conmutar la condena si se someten a un proceso de deshabituación controlado por el Ministerio Fiscal.
Así lo ha anunciado el fiscal de Sala de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, antes de participar en el Cuarto Congreso Internacional de Prevención de Riegos en los Comportamientos Viales (Precovir), donde ha explicado que ya se ha firmado el protocolo a escala nacional para dar luz verde a la iniciativa y espera que «pronto se firme también a nivel autonómico».
Recuperar a los infractores reincidentes
El proyecto pretende «recuperar a los infractores incluidos dentro de los perfiles de consumidores crónicos y bebedores habituales que empiezan a perder el control» para promover su reinserción social. A los infractores reincidentes seleccionados se les propondrá el cambio de la pena por la deshabituación «como medida simbólica» para facilitar su reinserción y «prevenir» nuevos accidentes en lugar de aplicar la ley una vez ocurren.
El alcohol presente en 50.000 condenas
Vargas ha recordado que desde la entrada en vigor de la reforma del Código Penal en 2008 se han producido en España más de 200.000 condenas por delitos contra la seguridad del tráfico de las cuales entre 300 y 500 han concluido con ingreso en prisión. Y respecto a la incidencia del consumo de alcohol en los delitos viales cada año las estancias judiciales tramitan unas 40.000 o 50.000 condenas.
La mitad de los delitos son de tráfico
Los delitos de tráfico suponen casi un 50 por ciento de lo que se ve en cualquier juzgado de guardia del país, y un tercio de los escritos de acusación lo es por la delincuencia vial.
La selección ya ha empezado
El fiscal de Seguridad Vial ha explicado que ya se están examinando casos de personas que están en prisión por delitos viales para que puedan participar en este programa. Vargas ha incidido en que los «más peligrosos» son los bebedores sociales, personas de todos los estratos sociales que habitualmente consumen alcohol y «difícilmente se sustraen a coger el coche y pierden el control sin darse cuenta».
Responsabilidad administrativa
Además de las denuncias contra particulares, Vargas ha destacado que también se han iniciado diligencias contra funcionarios de la administración, en cumplimiento del artículo 385 del Código Penal, cuando «sabiendo que existe un punto negro y pudiendo hacerlo no adopta medidas».
Malos hábitos y mala legislación
Al margen de esta iniciativa el Cuarto Congreso Internacional de Prevención de Riegos en los Comportamientos Viales ha dirigido su atención a otros problemas de seguridad vial relacionados con los hábitos de los conductores:
Siniestros in itinere. La representante del Observatorio Estatal de Condiciones de Trabajo del Instituto Nacional de Seguridad Social, María Ángeles de Vicente, ha recordado que 2010 se produjeron 65.446 accidentes laborales de tráfico, lo que supone cerca del 10 por ciento del total de siniestros por tráfico. De ellos 264 fueron mortales y el 72 por ciento de esos siniestros se produjeron «in itinere», al ir o volver del trabajo.
A vueltas con el casco y el cinturón. Entre otras medidas de prevención los participantes del Congreso han destacado que llevar casco en una moto podría reducir el riesgo de muerte en casi un 40 por ciento y los traumatismos graves en más del 70 por ciento, y usar el cinturón de seguridad disminuiría en un 50 por ciento el riesgo de muerte.
La retención infantil mantiene el suspenso. Los datos aportados en estas jornadas dedicadas a la prevención de riesgos viales confirman que la instalación y uso correcto de las llamadas sillitas infantiles reducirían la mortalidad de bebés alrededor de un 70 por ciento y en niños pequeños, entre un 54 y un 80 por ciento.
Legislación incorrecta. Solo el 15 por ciento de los países tienen una correcta legislación de tráfico, a pesar de que los accidentes son la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de 15 a 29 años de edad. Los accidentes de tráfico se cobran anualmente en todo el mundo 1,3 millones de vidas, de los que 260.000 son niños, y además provocan traumatismos a 50 millones de personas, de los que un diez por ciento son grandes dependientes.
Fuente: El Mejor Seguro de Coche
