La crisis económica se ha llevado por delante en España, desde 2008, a un total de 177.336 empresas, la mayoría pymes, mientras que las grandes han demostrado su capacidad de supervivencia. Estos datos aparecen reflejados en un artículo titulado «¿Cuántas empresas se ha llevado la crisis?», incluido en el número del mes de enero del Informe Económico de la escuela de negocios Esade.
En cifras absolutas, el número de empresas que ha perdido la economía española desde el inicio de la crisis en 2008, el primer año en el que la tasa de crecimiento del PIB fue sensiblemente inferior al del año anterior, se eleva a 177.336.
Esta es la diferencia entre las empresas inscritas en la Seguridad Social en diciembre de 2007 y las que aparecían en octubre de 2011.
El artículo, elaborado por la profesora Anna Laborda, señala que las empresas grandes (más de 500 trabajadores) son las que han demostrado estar más preparadas para aguantar la crisis, según la comparación de los datos extraídos del Directorio de Empresas (DIRCE).
Mientras que las empresas de tres a cinco trabajadores disminuyen en un 13,7 % y las de seis a nueve lo hacen en un 17,8 %, las que cuentan entre 10 y 25 empleados caen un 21,3 %; las de 26 a 49, en un 23,5%; y las de 50 a 249, en un 14,9%.
La otra cara de la moneda son las grandes empresas, que han demostrado una gran capacidad de supervivencia: las empresas de 5.000 o más trabajadores han aumentado su número entre 2007 y 2011, pasando de 99 a 107.
El descenso más importante de empresas se ha centrado en el ámbito de la construcción, el primero en ser golpeado por la crisis, que han pasado de 246.271 en 2006 a 152.562 en 2010, lo que supone una caída del 36,8 %.
Por detrás, se encuentran el sector industrial al pasar de 145.564 a 122.984 (un 15 % menos), y el de servicios, de 1.005.678 a 956.267 (un 3,6 % menos), según datos del Ministerio de Trabajo, que calcula en un 10,5 % el descenso de empresas por sectores entre 2006 y 2010.
Dentro del sector servicios, la situación es dispar y cohabitan un descenso de 6,3 % para el sector del comercio al por menor, con incrementos como el 19,2 % para las actividades administrativas, y de un 12,4 % para la educación.
La crisis inmobiliaria se traduce también en descensos del 23,7 % para la construcción de edificios y del 20,8 % para las actividades de construcción especializadas, lo que contrasta con la parte de actividad relacionada con el sector servicios al aumentar las actuaciones inmobiliarias en un 5,2 %.
El artículo apunta que, probablemente, este incremento de las actividades inmobiliarias tiene que ver con la necesidad «imperiosa» de vender el remanente de vivienda construida.
Fuente: Diario de Navarra