Recibe 41 denuncias simultáneas por hablar por el móvil mientras conducía

Este es uno de esos casos extraños de contar. En la región de Murcia, en el municipio de San Javier, un conductor recibe un total de 41 denuncias por parte de la Policía Local por una serie de hechos que incluyen usar el móvil al volante. Sin embargo, no es que el conductor infringiera la ley en una cuarentena de casos, no. Es que el mismo hecho lo denunciaron 41 agentes a la vez.

La historia tiene más miga de lo que parece, y es que el conductor multidenunciado es el concejal de Seguridad y Personal del Ayuntamiento de San Javier, José Manuel Alarte, con quien la plantilla de la Policía Local parece que tiene algo más que discusiones por motivos laborales. En total, se le achacan las siguientes infracciones cometidas durante la cabalgata de Reyes del pasado 5 de enero:

Conducir haciendo uso del teléfono móvil, circular a los mandos de un vehículo haciendo uso de sistemas de señalización óptica, para los que se requiere estar en posesión de la autorización BTP, además de circular sin cinturón de seguridad y de manera negligente.

Sólo les faltó a los policías atribuir al concejal un delito de apropiación indebida de vehículo policial, o algo así. Aunque, visto cómo van las cosas, quizá sea mejor no dar ideas. Un vídeo grabado con un teléfono móvil ha sido presentado como prueba contra el edil.

La infracción de tráfico, como arma arrojadiza

A partir de eso, se abre un debate que admite tantos enfoques como queramos darle. Para empezar, el de la esposa del César, que ya se sabe que no sólo debía ser honrada sino parecerlo, así que lo de ponerse a tocar la sirena cuando uno no tiene el permiso BTP, como que no procede mucho. Y el resto de acciones, que les están permitidas a los conductores de vehículos prioritarios, van por el mismo camino: sólo los conductores de prioritarios en servicio urgente pueden hablar por el móvil y circular sin cinturón de seguridad (esto último, dentro de ciudad).

Sin embargo, luego escuchamos lo que alega el concejal, y resulta que de los nueve agentes de Policía que tenían que prestar servicio durante la cabalgata… no se presentó a trabajar ni uno. Y según esto el edil se habría puesto manos a la obra, en un acto de esos de “pues ya llevo yo el coche”. Mal hecho, desde luego, pero hasta cierto punto es comprensible:

Me puse un peto de Protección Civil y me fui a ayudar a la cabalgata, en todo momento de copiloto con el jefe de Policía, que tuvo que mover una valla en la avenida y me pidió que me pusiera al volante, así que avancé no más de 50 metros.

Lo hice con toda mi buena fe.

Tercer planteamiento que se me ocurre. Las infracciones a la seguridad vial, y de hecho la prestación de servicios que tienen que ver con la seguridad en general, como arma arrojadiza. Mal asunto si entramos en este terreno, tan fecundo para la amenaza encubierta… o a cara descubierta, como es el caso de San Javier.

Ya digo que son noticias de esas que sorprenden y preocupan. Sorprende por lo sensacional del caso, que entra en ese extraño imaginario colectivo de cosas raras relacionadas con las multas de tráfico. Y, una vez reconocida la mala decisión del concejal de Seguridad y Personal del Ayuntamiento de San Javier en la víspera de Reyes, preocupa pensar que alguien pueda emplear el camino de la denuncia por infracciones contra la seguridad vial con un fin que no es aquel para el que fueron concebidas.

Fuente: Circula Seguro

Autor: Otros
Noticias variadas de fuentes diversas, relacionadas con tráfico o seguridad vial, se cita enlace a noticia original.

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