Ante los datos de paro registrado hechos públicos por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la Unión Sindical Obrera considera que el ligero descenso del paro registrado es consecuencia de la estacionalidad de la Semana Santa y al descenso de la población activa que recogía la reciente EPA. Seguimos con un mercado laboral que está gravemente enfermo y se mantiene en situación estacionaria.
Estos datos, no pueden hacernos olvidar que cerca del 33% de los desempleados de la Eurozona están en nuestro país, y este hecho lastra la credibilidad de España y de la eficacia de las reformas emprendidas que ni dinamizan el mercado laboral ni la actividad económica.
En cuanto a la contratación esta sigue disminuyendo, consecuencia de la recesión económica en la que estamos inmersos, especialmente la contratación indefinida, que supone un 8,98% del total de contratos realizados.
De la misma manera, el ligero repunte en la afiliación a la Seguridad Social, no puede hacer olvidar al Gobierno, que el descenso en tasa interanual supera los 500.000 cotizantes, tenemos un 3,8% menos que el en abril del año anterior.
Un 44, 5% del total de desempleados ya no perciben prestación, lo que pone de manifiesto que el paro de larga duración se incrementa y con ello las dificultades para el acceso a un empleo.
La USO reclama al Gobierno que haga del empleo su prioridad, y por tanto modifique las políticas de recorte del gasto emprendidas que sólo contribuyen a un mayor incremento del desempleo, a disminuir las rentas del trabajo, a generar mayores desigualdades y dilatar la salida de la crisis económica al postergar la recuperación del empleo y del crecimiento económico. Sólo si el empleo crece, crecerán los ingresos, algo imprescindible para corregir el déficit de nuestras cuentas públicas.
Por ello la USO pide al Gobierno que emprenda un plan de rescate para los desempleados, especialmente para los 2.389.720 que no perciben ingresos, para que no siga cargando el ajuste sobre los ciudadanos y que emprenda actuaciones para generar liquidez en las familias. Sirvan como ejemplos, en el marco de la reforma del sistema financiero, plantear una quita de la deuda hipotecaria, o que las compañías eléctricas asuman una quita con cargo a sus beneficios de la deuda tarifaria, entre otras posibles actuaciones. Ello conllevaría generar liquidez para potenciar el consumo y la demanda interna como elemento dinamizador de la actividad económica y por tanto del empleo.
