El Ferrari de papa

Hoy sábado vamos a hacer un pequeño juego de imaginación. Imaginemos una familia normal donde el padre gana pongamos un buen sueldo de unos 2000 euros al mes. Pongamos que esa familia está compuesta por el matrimonio y dos hijos, e imaginemos que este padre trabaja en una empresa llamado “unión europea”.

Imaginemos que este padre en una época donde parecía que los bancos regalaban el dinero ha querido vivir a todo lujo, donde se han querido irse 3 meses de crucero por el caribe pero como no llegaba con el sueldo pedían un crédito… bueno ya se pagará, y luego han querido amueblar la casa con muebles de lujo pero como el sueldo no daba… zas, otro crédito al canto y ya se pagará… y así hasta la compra de un flamante Ferrari porque “papa” tenía antojo de tener un coche del cavallino rampante.

Pero… ¿Cómo se podía mantener todo esto? De entrada para “recortar gastos” el padre sacó a sus hijos de los buenos colegios en donde estaban y los llevó a un colegio público de mala muerte en un barrio poco recomendable y cuando los hijos le preguntaban a su padre, incrédulos, el motivo de este cambió mientras papa se iba con el Ferrari de paseo este le respondía como una palabra nueva: Austeridad.

Pero había que empezar a pagar los plazos de ese crédito pero papa no tenía dinero ¿Qué hacer? Pedir un nuevo crédito aún más gordo donde podía pagar los créditos anteriores y comprarse ese cuadro de Picasso del cual siempre estuvo enamorado, y seguir cenando todas las noches de caviar iraní que del ruso le parecía cutre.

Pero entonces a papa ya no le llegaba con el crédito del banco ¿Y que hacer? Ir al jefe, al de la empresa “unión europea” y pedirle un adelanto del sueldo. Primero de las pagas de navidad y verano pero con esto no tenía ni para empezar ¿Y que hizo? Pues pedir un adelanto de las nóminas de los próximos 10 años y puso de aval que sus hijos trabajarían gratis durante los próximos 50 años para pagar la deuda, pero eso no es todo, ahora papa le tiene que decir a sus hijos que “tiene que tomar unas medidas muy dolorosas” y les dice que eso de 2 comidas al día que nada, que es “vivir por encima de sus posibilidades” y que ahora solo podrán comer 1 comida, eso si, con 400 migas de pan para que mojen… así de generoso es papa.

Y mientras los hijos se comen las sopas con los 400 picatostes papa invita al vecino con toda su familia a caviar, y que no falte el abuelo “Primero y Ultimo” a un gran cochinillo asado, y mientras los hijos protestan con hambre en las tripas papa les dice que “eso es el chocolate del loro” y hace nuevos ajustes, le regala la habitación donde dormían a un inmigrante y a sus hijos los manda a dormir con el perro.

Pero un buen día a papa ya no le presta más dinero el banco, es más, dicen los bancos que le van a embargar el Ferrari, el yate y la casa… papa preocupado va corriendo a su empresa “unión europea” pero resulta que ya ha pedido el adelanto de toda la nómina de su vida y de la de sus hijos, pero logra que le presten un poquito de dinero por lo menos para hacer frente a los gastos de este mes pero eso si, deberá firmar como aval que sus nietos serán esclavos y sus nietas pasarán a los burdeles del consejo directivo de la empresa. Papa ciego de ambición no duda en firmar.

Pero cuando los hijos se revelan y dicen que YA ESTA BIEN entonces papa les pega una bofetada en forma de porra policial, y se pone a contarle a todos los vecinos los “malos hijos perroflautas que tiene” y que con lo que han hecho por ellos y mira como se lo pagan.

Pero cuando el director del banco le dice a papa que venda el Ferrari, que venda el yate, que se mude del palacio donde vive a una casa normal, que en vez de caviar iraní coma tortilla de patata y en vez de vino de 200 euros la botella beba de Don Simón, Papa dice que “antes muertos… mis hijos que sencillo”.

Y esta historia se la contaremos a nuestros nietos para que entiendan el por qué su generación está condenada a ser esclava de una empresa llamada “unión europea” porque su bisabuelo fue eso que pensamos, un auténtico hijo de puta.

Pericogonoperro.