La casta política parasitaria que está esquilmando España como una plaga bíblica, carece de límites y de sentimientos. Dentro del conjunto cada día mas amplio de expolios, corrupción y despilfarro, desde las decenas de miles de millones destinados a salvar cajas y bancos que debieron ser cerrados o Comunidades Autónomas que debieron ser intervenidas.
A los mayores impuestos sobre la renta, el consumo y el ahorro de toda nuestra Historia, hay uno que hiela la sangre: los niños mas pobres entre los pobres, cuyos padres no pueden pagar los escasos euros que representa la comida del colegio y que, en consecuencia, la deben llevar de casa, deberán pagar 3 euros (500 pesetas), el equivalente a una hamburguesa con patatas fritas y una coca cola en un Mc Donald’s, por el simple a derecho a comerse su comida dentro del colegio. Es decir, 60 euros al mes mes o 10.000 pesetas, una cantidad inasumible para muchas familias. Es tal la infamia y la miseria moral, que la gente debería increpar a los responsables si se los encuentra.
Muchos políticos se han convertido en auténticas alimañas, siempre contra los más débiles, contra los indefensos, mientras mantienen intactas sus infinitas prebendas y legiones de parientes y amigos con sueldos medios un 30% superiores al 81% de los asalariados no públicos. Han perdido no ya la decencia sino el derecho a llamarse personas. El tema no tiene pase, ni explicación, ni justificación posible. Y, al lado de esta ignominia, el despilfarro de la Generalitat de Cataluña, que es quien ha iniciado esta escalada de infamia, supera los 20.000 millones de euros anuales, entendiendo por tal el dinero que se gasta en mantener una gigantesca estructura político-clientelar absolutamente inútil para los catalanes y para Cataluña. Igual que Valencia, que debería haber sido intervenida y los políticos locales destituidos, pero que también va a robar a los niños pobres.
Pero antes de entrar en las cifras de Cataluña y cuantificar las ilimitadas posibilidades de recortar el gasto y la villanía, en consecuencia, de expoliar a los más pobres e indefensos, parece imprescindible para centrar el problema global, cuantificar el tamaño y el coste de esta plaga bíblica que esta depredando España. El núcleo de la casta política parasitaria lo constituyen 445.567 políticos y sindicalistas percibiendo sueldos públicos, tres veces más que en Alemania y el doble que en Italia, al que se añaden más de dos millones de familiares y amigos que han colocado a dedo en las administraciones públicas. Y para que no existan dudas al respecto el próximo lunes 27, Dios mediante, publicaré la lista detallada preparada por tres asesores de Presidencia y la cuantificación de enchufados con cifras oficiales, para que ni los más sectarios y/o corruptos puedan seguir negando la evidencia.
En conjunto, el coste de los primeros, es decir, salarios, 30.000 coches oficiales, 300.000 ordenadores, 300.000 teléfonos móviles, oficinas y viajes de lujo, visas oro, etc., suponen más de 50.000 millones de euros perfectamente recortables en tres cuartas partes. El resto, más de dos millones, que desglosaré también, supone un despilfarro adicional de más de 80.000 millones, unos 120.000 millones o el 12% del PIB, es la suma de lo que estamos hablando. España no es Grecia, dice la casta. Cierto: España son 17 Grecias. “Necesitamos tiempo”. ¿Tiempo para que?, ¿para llevar nuestro endeudamiento a las estrellas?, ¿para que 17 taifas sigan luchando a muerte para dilapidar el dinero que nos presten? Lo único que necesitamos son recortes y el único imprescindible para salir de la crisis son ellos .
El despilfarro del Govern
Centrándonos en Cataluña -porque es su Gobierno el que ha puesto en marcha esta vileza histórica, no porque sea el único- el descontrol del gasto es tal que el Govern ni siquiera sabe cuántos empleados públicos tiene, la última cifra dada hace dos semanas por ellos mismos para justificar la necesidad de más dinero es de 260.000, a quienes hay que añadir 105.000 personas de administración local, la cifra oficial, la real vaya usted a saber, 365.000 empleados públicos como mínimo de los cuales tres de cada cuatro fueron nombrados entre parientes, amigos y correligionarios, y cuyos salarios superan un 28% al de sus homólogos del resto de España. Los Mossos de Esquadra ganan un 35% más que los guardias civiles o los agentes de la Policía Nacional. Todos y cada uno de estos enchufados de lujo han percibido sus salarios y pagas extras, algo que no ocurre con los trabajadores de los hospitales y las urgencias, los ancianos y los dependientes que se quedan sin nada.
El Govern posee 54 embajadas. ¿Imaginan ustedes que Texas, California, Badden-Wuttenberg o Escocia tuvieran embajadas en el exterior? En España las tiene hasta La Línea de la Concepción, aunque Cataluña bate el récord. Estas embajadas se encuentran en las zonas más exclusivas: la de Nueva York, en el mítico Rockefeller Center, la zona mas cara de Manhattan y por la que se paga un alquiler de mas de medio millón de euros. Igual que las de París, Miami o Berlín. En conjunto, un despilfarro de más de 100 millones de euros anuales. Con la mitad de este dinero no hubiera sido necesario ni cerrar quirófanos, ni robar a los niños.
El Govern posee 54 embajadas. ¿Imaginan ustedes que Texas, California, Badden-Wuttenberg o Escocia tuvieran embajadas en el exterior? En España las tiene hasta La Línea de la Concepción
Cataluña lidera también el despilfarro autonómico en empresas públicas, que acumulan el 50% de toda la deuda empresarial. Según los últimos datos de Hacienda, contenidos en el Informe sobre la reordenación del Sector Público Autonómico, Cataluña mantiene 454 sociedades públicas, dirigidas por políticos incompetentes y la mayoría sin utilidad pública conocida. Se trata de un caso de nepotismo insólito en el mundo civilizado. Estas fundaciones emplean a 100.000 enchufados nombrados a dedo, cuyo principal trabajo consiste precisamente en no trabajar, con un coste solo en salarios y asociados de más de 5.000 millones anuales.
Algunos casos resultan particularmente sangrantes. TV3, con cinco canales y Catalunya Radio tienen 2.600 empleados, frente a los 1.275 de Tele5, que las supera veinte veces en audiencia. En el ámbito audiovisual, España es el país de Europa con más televisiones públicas con gran diferencia y Cataluña bate todos los récords. Según un reciente estudio realizado por Deloitte, cada familia catalana paga 250 euros anuales para mantenerlos y ahora, en lugar de cerrar esta ruina, se ha aprobado la creación de varias televisiones locales más. Un despilfarro sangrante, con el que se podrían evitar todos los recortes a la sanidad, educación y dependencia. Directamente relacionados con estos medios para el adoctrinamiento y la propaganda, existen también mas de cien comisarios políticos para controlarlos a ellos y a sus periodistas y así garantizar su adhesión incondicional a la Generalitat y el Consejo Audiovisual de Cataluña, que parece calcado de las leyes de control de prensa nazis de junio de 1933, igual que la persecución lingüística o la inculpación a los no nacionalistas, como a los judíos, de todos sus males.
¿Cómo Cataluña, la región mas próspera, culta y abierta de España desde principios del siglo XX –su declive comenzaría a principios de los 80, directamente ligado a la corrupción política masiva y el crecimiento exponencial de la administración autonómica y local, y hoy ocupa el cuarto lugar- tierra de empresarios, industriales y comerciantes, se ha convertido en una maraña de corrupción y despilfarro, con cientos de empresas y consorcios inútiles creados exclusivamente para esconder gasto y colocar amigos -la señora de Montilla llegaría a acumular 26 sueldos públicos simultáneamente- y se ve obligada a solicitar el rescate financiero, a cerrar quirófanos, a desproteger a las mas necesitados y robar a los niños mas pobres para seguir manteniendo este inmenso expolio?
De ciudadanos honrados y de ladrones
Y no contentos con expoliar a los españoles y cerrar hospitales, los comunistas más cutres y analfabetos de Europa se meten a bandoleros y asaltan supermercados, “expropiación” según estos forajidos.
Y no contentos con expoliar a los españoles y cerrar hospitales, los comunistas más cutres y analfabetos de Europa se meten a bandoleros y asaltan supermercados, “expropiación” según estos forajidos. El tema de Marinaleda, municipio sevillano de 2.700 habitantes viene de antiguo, cuando Felipe González, por no complicar los fastos del 92, entregó a un grupo de sinvergüenzas 1.200 hectáreas, donde han puesto a trabajar a 500 personas, cuando bastan 20 para explotar 7.000. No producen nada, pero como la tierra la ponen los terratenientes; los salarios, el PER y los materiales, la Junta, viven como marqueses trabajando ocho horas por semana. Un pueblo entero que, gracias al PSOE, vive del robo a 47 millones de españoles y donde tienen radio y canal de televisión locales. ¡Será por dinero! El presupuesto municipal es de 4,1 millones de euros, 2,4 millones en personal y gasto corriente, y los vecinos solo contribuyen con 263.000 -impuestos y tasas- y el resto (3,8 millones) viene de subvenciones de uno u otro tipo.
El diputado andaluz de IU, Sánchez Gordillo, el jefe de la banda, que jamás le ha dado un palo al agua, que ha vivido como un rajá desde 1979 del esfuerzo y del hambre de los demás, cobra como alcalde 70.367 euros anuales -está en los Presupuestos 2012, para los progres que dicen que no cobra-. Su prima, a quien hizo secretaria, 36.259; su cuñado al que nombró jefe de prensa aunque es medio analfabeto, 38.388; su consejero jurídico, un comunista ruso que ni siquiera habla español, 50.024, y el jefe de la policía municipal, también pariente suyo, 68.000 euros. Ahora, como diputado de la Junta, cobra además 3.900 euros mensuales más todo tipo de prebendas, dirige el saqueo de un supermercado como ha saqueado a la Junta de Andalucía desde 1992. Este es el ejemplo a seguir de los progres “¡España entera como Marinaleda!” es el eslogan de IU. ¿ Se imaginan ustedes? El 80% de los trabajadores viviendo de la subvención y el gasto público financiado solo un 6% con impuestos y tasas, el 94% restante son subvenciones de otros.
No es de extrañar que de un 9% de paro en 1976, y siempre gobernada por el PSOE, se haya llegado al 33% y subiendo o que, después de ríos de subvenciones europeas durante casi 30 años -¿qué han hecho socialistas y comunistas con ellas?- Andalucía siga siendo la penúltima región española en renta per cápita, más alejada de la media nacional que entonces, con mas enchufados y subvencionados que ninguna otra región y ahora con bandoleros. La plaga se ha ensañado bien con Al Andalus. No parece que los malvados capitalistas tengan mucho que ver en ello, y es obvio que los franquistas lo hacían infinitamente mejor que esta progresía cutre y corrupta. Mientras tanto los niños más pobres tienen que pagar tres euros por comerse su propia comida, porque hay que sacar dinero como sea.
Fuente: República Libertad y Democracia