No recuerdo exactamente cuando ni a quién se le ocurrió la peregrina idea de liberalizar el precio de los carburantes, según ellos para que “la competencia hiciese que los precios bajasen”, y al igual que con el euro que “las cosas iban a seguir costando lo mismo” nos timaron hasta la médula.
Impuestos… eso es lo que pagamos cada vez que repostamos con nuestro vehículo, impuestos… y si la gente no me cree solo tienen que ver que precio tiene el gasoil agrícola o el de calefacción y compararlo con el de automoción, y es EL MISMO gasoil que nadie se equivoque, y verá que mientras unos repostan sus tractores por debajo del euro el tonto, o sea usted y yo repostamos a euro y medio ¿y ese medio euro en que se va? Vuelvo a repetir, impuestos.
Pero no solo de impuestos se nos infla el precio de los carburantes, liberalizar un mercado que se encuentra monopolizado por tres compañías: Repsol, Campsa y BP es tanto como darle las llaves de la caja fuerte del banco al ladrón de turno, y solo hay que ir a una gasolinera de cada compañía y comparar los precios ¿diferencias? Quizás y en el mejor de los casos algún céntimo loco y ya está, en el mejor de los casos digo porque ya se encargaron de ponerse de acuerdo.
Y curiosamente con los carburantes ocurre distinto que con los artículos de consumo, que mientras cuantas más televisiones se vendan más baratas son estas aquí no, sabedores que no poseemos independencia energética y que le compramos al Repsol, al BP o al Campsa y por lo tanto ellos ponen el precio que les sale del guindo, y hablando del guindos es curioso oír a un ministro de industria diciendo “que la gasolina tiene precios insoportables”, lo que faltaba al show de gilipolleces políticas sobre todo cuando en su mano estaría bajar los precios de la noche a la mañana, reducir algo de ese 60% de impuestos que se llevan los carburantes y también podría bajarlos de la noche a pasado mañana volviendo a la antigua ley que hacía que el ministerio de industria marcara los precios máximos y de ahí, que compitan los 3 monstruos lo que quieran pero no, Ansar y su neoliberalismo de pandereta y así estamos…
Llegó el verano y nos pusieron la gasolina ya no por las nubes, sino cerca de los anillos de saturno, ahora han bajado un poquito, a precios de 1,4 euros (no seamos paletos y recordemos cuando estaba a 1,2 hace nada) cuando se aproxima un puente largo, y después las navidades y el año nuevo, y tiemblo pensando que no se sabe porque oscuro motivo siempre que viene puente, vacaciones o algo así la gasolina sube, como si los yacimientos petrolíferos se tomasen vacaciones y hubiera que pagarles horas extra, y nos hacen el “efecto trinquete”, que no es más que “cinco pasitos p’adelante y uno p’atrás”, o sea, te subo la gasolina 3 céntimos y luego te la bajo 1, te la vuelvo a subir otros 3 céntimos y la bajo otro… total, ahí nos encontramos con el milagro de cómo hace relativamente poco echábamos gasolina a 1 euro y ahora la echamos a euro y medio, y todavía recuerdo cuando la gasolina iba a pasar de las 100 pesetas que nos echábamos a la calle indignados y ahora… a 250 pesetas y no pasa nada…
Señores hoy día 1 de Noviembre veremos a cuanto cuesta la gasolina, pero se me ponen los pelos de punta pensando en el año nuevo, el nuevo IVA, la voracidad de Rajoy y su estado de las mamandurrias, la sinvergonzonería de los monopolios… porque a lo mejor dentro de 1 año si no estamos viviendo entre cartones, estaremos hablando del litro a 2 euros, y encima dando las gracias porque en Alemania, con sueldos de 5000 euros al mes la pagan a 2,1 euros.
Pues si,llevas razon,nos estan robando,¿pero que podemos hacer? creo que poco,esto tiene dificil soluccion y lo peor es que no se queda ahi la cosa,vamos listos,esto tiene que estallar por algun lado,si no al tiempo,saludos