Nueva Ley de Tráfico «Pepera»: siguen pensando que nos chupamos el dedo

Como era de esperar, «la casta» (representada por cualquier partido de un lado u otro…) cambia una vez más los límites de velocidad y nos lo venden como si fuera un «cumplimiento» de «su programa electoral». Mentirosos, que sois unos mentirosos… y además tramposos. A mi particularmente me fastidia que me mientan, pero tanto más me molesta que me tomen por tonto de baba y se crean que no sé leer entre líneas.

Salvo que yo esté profundamente equivocado (que puede ser), mi interpretación es la siguiente:

La reforma no tiene otro fin que el recaudatorio una vez más y los retrocesos en los índices de siniestrabilidad que pudieran estos adláteres presentarnos como un gran éxito, estoy por pensar que serán más debidos a la crisis y a la falta de actividad económica, que al efecto supuestamente beneficioso de esa nueva LEY.

Esta nueva normativa, como siempre, se pasa por el arco del triunfo, las propias estadísticas de la DGT en cuanto al % real de accidentes debidos al exceso de velocidad, es decir accidentes que son «realmente» debidos a un exceso de velocidad y no a otros factores. Nos llevaríamos una sorpresa si se analizara el dato. Además siguen pasando por alto el concepto de «velocidad inadecuada» para vendernos el «exceso de velocidad».

Hay accidentes que son debidos a la «velocidad inadecuada» que no es sinónimo de «exceso legal de la velocidad marcada» en ese momento. Tú te puedes dar una torta de impresión por ir a una velocidad inapropiada al momento, al lugar y a las circustancias y en cambio, esa velocidad podría ser legal y estar dentro de los límites marcados para ese punto y vía concretos.

El caso es que los legisladores insisten en el aspecto de la velocidad porque es un nido de recaudación muy sabroso y de fácil consecución: los coches actuales no te los venden con un candado tarado a 120 Kms/h para que no pase de ahí. Es más, los coches actuales ofrecen un nivel de seguridad, comodidad y teconología muy alto, de manera que tú puedes ir a velocidades elevadas sin tener percepción real de lo que está pasando.

Es decir por un lado, te venden la droga (y cobran impuestos por la «calidad y pureza» de esa droga: a más potencia más impuesto) y por otro lado, te penalizan cuando utilizas «esa droga».

Que nadie se equivoque y se piense que yo soy un yonki de la velocidad y que defiendo que todo el mundo vaya por ahí «destronado» a la velocidad que le plazca, que no…, que no es esto. Es más, jamás me han multado por ello y yo soy de los de ir «piano-piano» por ahí, porque ya no tengo edad para excesos.

Pero lo anterior no me inhabilita para ver las cosas claras y descubrir el engaño (uno más de los muchos que nos meten).

El sentido de esa normativa va por el lado de disminuir el límite de velocidad en el 90% de las carreteras españolas de la red secundaria a 50-70-90km/h y permitir que ayuntamientos y entidades locales tengan una herramienta normativa para reducir la velocidad a 30km/h en tramos de ciudades.

Cuando se habla de «ciudades» la gente piensa inmediatamente en la calle estrecha de turno llena de aceras con peatones, pivotes y comercios en donde ya realmente nadie mete el coche, ni mucho menos, sin que nadie se lo diga, se le ocurre ir a más de 30. Pero no hay que dejar de lado que con esa ley, se habilita a las entidades locales a cambiar a 30km/h el límite en esas «circunvalaciones» que ahora están a 50km/h y en donde esas entidades se han hinchado a machacar a los conductores durante estos últimos años.

Todos conocemos este tipo de vías que muchas veces son casi tramos de autovías con varios carriles, pero que están consideradas como «vías urbanas» a pesar de que la mayoría ni tienen aceras , ni peatones, ni nada de nada; son vías que en la mayoría de los casos fueron ideadas como rutas de acceso o de paso más rápido (tiene coña esta idea) a otras zonas sin tener que pasar por las zonas concurridas de las ciudades.

Pronto, las instituciones vieron estas vías como zona de pulla constante y rentable para sacarnos los cuartos, por lo fácil que era pescar allí a los despistados que se creían que por allí «llegarían antes» al centro comercial, al polígono del curro o donde quiera que Uds, piensen.
Con el tiempo, los conductores hemos aprendido a base de látigo: esas vías que fueron concebidas como descongestionantes de la ciudad, se han convertido en una caravana de tortugas y ahora nos cazan menos.

Es decir, ellos han bajado su recaudación y en estos tiempos de crisis, la instituciones que se ven en el espejo con el moco caído, necesitan su metadona.

Y no hablo de que estén pensando en pillar al típico pirado que aparece en la foto de un radar a 220km/h (sí, sí… ese que te sacan en Antena 3 de modo recurrente cada cierto tiempo y que yo pienso que es el mismo de hace años y que lo sacan para hacer concienciación de lo malos y pervertidos que somos los conductores)…, no, me refiero a que ellos al que «buscan» es al cliente perfecto: el padre de famila que va a buscar apurado a sus hijos al colegio y se pasa 10km/h —>100 Euros; el comercial despistado que va a otra ciudad y llega apurado a una cita y también se pasa un poco y le cascan otros 100 euros; el profesional que se despista y también le joden otros 100-150 Euros…., etc, etc,etc.

Es decir, tipos a los que les pillan a 200km/h son los menos, escasos diría yo, y por lo tanto lo que buscan son «muchos poquitos», muchos de 100-200 Euros, normalmente de la gente normal que ya saben ellos que SÍ VA A PAGAR SUS MULTAS.

Como esos límites de 50km/h, ya nos los hemos aprendido y su efecto recaudador ha bajado enormemente, pues nada…, le dan otra vuelta de tornillo y ahora a 30km/h para empezar un nuevo ciclo.

Además llevar un coche a 30km/h de manera continuada tiene su dificultad y eso ellos lo saben: «ja, ja …nos vamos a divertir» (creo que están pensando eso).

Este es el quiz fundamental de la reforma junto a las carreteras secundarias en donde van a encontrar un nuevo foco de recursos porque no sólo bajarán el límite en carretras que lo merezan, si no que colocarán radares en sitios especialmente acotados con velocidad anormalmente reducida en donde pasar a más de 70km/h sea más que fácil y habitual.

A mi me hace gracia ver que, habrá puntos en donde la administración me dirá: oye… como ya llevas mucho tiempo pasando por aquí a la velocidad marcada (que yo te he marcado) y eres un chico bueno al que no he multado en mucho tiempo, no te procupes que ya me encargo yo de que te conviertas en un chico malo; en donde antes eras bueno pasando a 50km/h ahora lo serás muy malo porque te lo voy a cambiar a 30km/h y además te voy a «calzar» con 200 Euros.

-Oiga, pero ¿cómo y por qué a 30km/h por aquí si jamás hemos visto un accidente en esta zona? , podrías preguntar de manera ilusa…
– Pues la previsión, el bien común y la nueva normativa vigente nos obliga a ejecutar acciones que protegan al colectivo de ciudadanos y ciudadanas que se sentirán más seguros con esta zona a 30Km/h…

Ellos contestarían con algo así o con otra nadería similar si se les preguntara, aunque «esa zona», por poner un ejemplo, pudiera ser una circunvalación que lleva a una zona industrial y que como mucho, todo lo más que podrías ver son algunas putas en la rotonda del fondo que accede al polígono.

La presidenta de Stop Accidentes, Ana Novella, de la que respeto profundamente su labor, pienso que toca desafinada en este asunto y desconozco por qué decía lo que decía el otro día en unas declaraciones de radio que la escuché. Venía a decir que el aumento de 120km/ a 130km/h iba a incrementar los accidentes de tráfico porque había estadisticas de otros países (no dijo ni cuáles, ni de dónde) que demostraban que cada kilómetro que se aumentaba, se producía un 3% más de accidentes. Eso sí, a renglón seguido afirmaba que entonces, con esa medida de la nueva normativa de aumentar los límites en 10km/h, los accidentes podían incrementarse un 13% (sic).

Querida Ana, insisto en que respeto mucho lo que haces, pero lo que dices no cuadra: si por cada km «esas estadisticas» que mencionas, aumentan los accidentes en un 3%, los 10km/h que quieren elevar con la normativa, provocarán un incremento de un 30% en los accidentes y no en un 13% como tú dices. Lo cual indica que, o una u otra cifra, no sabes muy bien de dónde salen o lo que es peor, tocas de oído, a la vez que dudamos muy mucho que esa medida vaya a incrementar los accidentes en un 30% pero tampoco en un 13%. Suena excesivo.

Supongo que también sabes que hay «otros estudios» de incluso instituciones como Universidades de diversos lugares, que se ha preocupado por el tema y que dicen que la distracción de los conductores origina uno de cada cuatro accidentes mortales en las autopistas, mientras que la velocidad excesiva sólo es responsable de un siete por ciento de los mismos. La señora Novella insistía en que a pesar de que ese aumento de 10km/h, parecía pequeño, ello provocaba que los impactos iban a ser más graves…

Pues SÍ eso es así, es cierto, en eso LLEVAS RAZÓN.

Aunque querida Ana, me temo que con un impacto a 120km/h o a 130km/h, los ocupantes desgraciadamente iban a tener pocas cosas que contar después del mismo. Esto no es un argumento válido porque la diferencia entre darse una torta a una u otra velocidad, no es muy grande y el resultado es muy lamentable en ambos casos. Un choque a 80 kms/ ya te puede llevar al huerto y si nos hacemos caso de esto, entonces habría que limitar la velocidad general a esos 80 para todos los casos.

Los accidentes mortales, al igual que los accidentes por velocidad se producen, sobre todo, los fines de semana (sábados y domingos) mientras que en días laborables son más frecuentes los accidentes leves. Por día de la semana, el número de víctimas mortales cada 100 accidentes alcanza el máximo los sábados y los domingos, debido a los accidentes producidos por la vuelta del fin de semana y a los ocurridos en la madrugada las noches de los sábados por motivos de ocio. Los días en los que se registra un menor número de víctimas mortales son los martes, miércoles y jueves.

Y esto también está sacado de las estadísticas, por lo que Sra. Novella, como ve, habría tantas cosas que legislar a parte de la velocidad para evitar los accidentes que no terminaríamos nunca y eso sí, no serían tan productivas a nivel de multas para el legislador, luego no les interesa.

Finalmente, Ana Novella cerraba su intervención, aludiendo al gasto de la gasolina y al incremento de la contaminación que conllevaría esta nueva normativa. No voy a entrar en esto demasiado por lo obvio del argumento, pero le invito a pensar en lo que representa a nivel energético una carvana de coches «tortuga» puestos en formación a 30km/h y en fila en una circunvalación a las 8 de la mañana…

Nada, nada…, esto es un monumento al ahorro de gasolina y a la emisión de aire de lo más puro.
Todo el mundo lo vemos así de claro y por eso vemos el lado positivo de esta ley: no faltaba más…

Esta es mi modesta opinión que insisto, puede ser profundamente equivocada.

Autor: Ruta66

Autor: Otros
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