En una Cumbre Sindical excepcional celebrada en Bruselas previa al Consejo Europeo de primavera, los máximos dirigentes sindicales han denunciado con fuerza las políticas actuales de austeridad, recortes varios y arremetidas en contra de los salarios y derechos de los trabajadores que han sumido a muchos países en profundas crisis sociales y económicas multifacéticas.
También reiteraron su rechazo de las intervenciones catastróficas e ilegales de la Troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional), por empeorar la situación de los países más azotados por la crisis, y criticaron la apatía, a veces rozando la complicidad, de nuestros líderes políticos ante la destrucción de la Europa social.
Nos dicen que no hay alternativas, pero no es cierto: la Confederación Europea de Sindicatos (CES) las ha elaborado y lleva mucho tiempo abogando por ellas. En su propuesta “Un Nuevo Rumbo para Europa”, presenta el plan de inversión ambicioso que Europa precisa de forma urgente para volver al crecimiento económico. Además, para que este crecimiento sea sostenible y equitativo, ha desarrollado un “Contrato Social para Europa”. Y no faltan las herramientas para financiar este plan de inversión, por ejemplo el impuesto sobre las transacciones financieras (ITF) que, por si solo y en su forma más elemental, permitiría recaudar 200.000 millones de euros anuales. Nuestros dirigentes sindicales también recalcaron el carácter imprescindible de un diálogo social incluyente, autónomo y de calidad a todos los niveles – empresarial, sectorial, nacional y europeo –para negociar salarios y condiciones de trabajo decentes para todos.
Lo único que falta para que todas estas propuestas se hagan realidad es la voluntad política. Pero el mensaje central de la cumbre sindical ha sido uno de esperanza porque podemos cambiar la UE y crear esta voluntad política. Quedan 67 días antes de las próximas elecciones europeas, no perdamos esta oportunidad de provocar un cambio de rumbo radical hacia una mejor y mayor integración europea al servicio de los trabajadores, de la cohesión social y del bienestar del conjunto de los ciudadanos. Ejerzamos el poder que nos confiere la democracia y votemos por la Europa social y por el futuro de nuestros hijos.
