Un profesor de autoescuela, de 33 años, fue detenido por una patrulla de motoristas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil cuando circulaba de forma temeraria, haciendo «eses», por la carretera madrileña M-601, a su paso por Collado Villalba. El vehículo circulaba por esa carretera, de doble sentido de circulación, invadiendo el sentido contrario y poniendo también en riesgo la vida de otros usuarios.
Fue sometido a las preceptivas pruebas de alcoholemia, en las que alcanzó una tasa de 1,28 mg/l de alcohol en aire espirado, superando en más de cinco veces el límite permitido. Como se recordará, a partir de 0,60 mg/l se considera delito, castigado con una pena de tres a seis meses de prisión, o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunicad de 30 a 90 días y privación del derecho a conducir de uo hasta cuatro años. Pero si el juez estima que se ha cometido un delito por conducción temeraria (artículo 380 del Código Penal), la pena es de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años.
«Si bebes, no enseñes a conducir»
Podría ser la lección que debería aprender otro profesional de la enseñanza, en este caso una profesora de formación vial, cuando iba a los mandos auxiliares de un coche de autoescuela por la carretera CR.502, en las proximidades de Puertollano (Ciudad Real) y el alumno al que daba clases sufrió un accidente al colisionar con otro vehículo que ella no fue capaz de evitar. Afortunadamente, solo se produjeron daños materiales. Cuando realizaron las pruebas de alcoholemia a la profesora, arrojaba una tasa de 0,38 mg/l, cando el límite legal es de 0,25 mg/l.