Hay un gran consenso científico en que el principal problema ambiental (pero también social y económico) al que se enfrenta la humanidad es el cambio climático. Y también es conocido que el sector económico que en nuestra sociedad emite más gases de efecto invernadero es el del transporte, especialmente el que se realiza por carretera.
Es cierto que los nuevos vehículos son más eficientes y limpios, pero también es verdad que cada vez –con una moderación desde 2008 a causa de la crisis– hay más automóviles y nos desplazamos más en ellos, con lo que las mejoras en eficiencia se ven anuladas. Así que, ante el Día Mundial del Medio Ambiente, hablar de reducir nuestro uso del coche es una de las mejores formas de contribuir a solucionar este gran reto de la humanidad. Hablamos de usar los coches más eficientes y solo cuando sea imprescindible, de olvidarnos de los modelos más despilfarradores, de compartir coche, de usar el transporte público siempre que se pueda, de hacer los trayectos más cortos andando o en bicicleta. Acciones individuales, que al generalizarse, contribuirán a que nuestro clima no cambie de forma catastrófica.
Paco Segura coordinador de Ecologistas en Acción
Fuente: Tráfico y Seguridad Víal