Los últimos datos del Ministerio de Empleo certifican la ruptura en 2014 de la tendencia descendente de la siniestralidad laboral en los últimos años. Desde USO continuamos denunciando la inactividad y falta de compromiso del gobierno ante los accidentes y enfermedades profesionales ya que, no sólo no toma medidas, sino que más bien actúa en sentido contrario. De hecho, recientemente cambió la normativa de prevención para hacer más fácil su cumplimiento a las empresas, sin evaluar las consecuencias en la seguridad y en las condiciones de trabajo.
De nuevo, tal y como certificamos desde USO con los la información del primer trimestre, los datos revelan el abandono de la prevención tanto a nivel institucional como empresaria. Un total de 186 personas murieron en accidentes durante la jornada laboral de enero a mayo de este año, dos más que en el mismo período de 2013, con lo que la siniestralidad laboral aumentó un 1,1%, según los últimos datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Por sectores, el mayor número de accidentes con resultado de muerte se registró en el sector servicios, con 91 fallecidos; un 16,5% menos que en el mismo período del año anterior.
En el sector de la Industria han fallecido 39 personas, un 25,8% más; el sector agrario, 30 fallecidos, un aumento del 57,9% más, y la construcción 26 víctimas, un 4% más que de enero a mayo de 2013.
En total, entre enero y mayo 196.807 accidentes causaron baja, un 3,8% más que el año anterior. En los cinco primeros meses del año también se registraron 278.754 accidentes sin baja, el 0,1% menos que en los cinco primeros meses de 2013. Además en ese período se dieron 26.542 accidentes in itinere, un 2,6% más. De los 170.265 accidentes ocurridos en jornada de trabajo, 168.748 fueron leves, un 4 % más, y 1.331 graves, un aumento del 0,3%.
Desde la USO, reiteramos nuestra preocupación por la incidencia en la salud que tiene la precariedad laboral, la falta de personal, el incumplimiento de la normativa de prevención y el descenso en la inversión tanto por parte de los diferentes gobiernos, administraciones públicas y empresas. Por otro lado la falta de medios de la Inspección de Trabajo y de los Institutos Regionales de prevención condiciona su labor, algo que las empresas saben y que algunas aprovechan. Es importante que se dote de recursos suficientes a estas instituciones para que puedan llevar a cabo su función de control. Desgraciadamente lo que ha preferido el Gobierno hasta ahora ha sido anunciar medidas propagandísticas como el buzón de denuncias anónimas de la Inspección, que no se han mostrado eficaces en absoluto.
Ante esta situación, desde la USO, reivindicamos más que nunca la labor de vigilancia de las condiciones de seguridad que llevan a cabo los delegados y delegados de prevención. Su presencia es fundamental para hacer cumplir la normativa de prevención en las empresas y para exigir la mejora de las condiciones de trabajo.