El pasado año la DGT formuló 4.020.170 denuncias (un 14,86% más de lo previsto) con una recaudación de 369.049.482 euros, quedando pendiente de cobro otros 549.565.015€ , de los cuales tendrá que cancelar casi 100 millones (99.831.025 € ) por que la Agencia Tributaria no admite su recaudación al tratarse de deuda en una situación de posible prescripción.
Menos radares operativos
De las denuncias formuladas, la velocidad sigue siendo la infracción más cometida por los conductores (un 8% superó los límites) a pesar de haberse reducido en 2013 la actividad de los radares debido a que muchos de ellos no estaban operativos. Así, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sólo ha tenido operativos 301 radares (un 1,95% menos de lo previsto).
Respecto de las cabinas o secciones de velocidad sólo han estado en funcionamiento 616, lo que supone un 24% menos de lo previsto por la DGT y de los radares instalados en carretera sólo han estado operativos 364 (un 9% menos).
Sin embargo, a pesar de esta disminución en la operatividad de los radares, las cifras de los vehículos controlados siguen siendo muy importantes. En 2013 se controlaron 413 millones de vehículos, lo que equivale a decir que la DGT ha controlado trece veces la velocidad a todo el parque de vehículos de España.
De las denuncias formuladas por exceso de velocidad, 874.871 llevaron detracción de puntos, lo que ha supuesto una verdadera sorpresa para las autoridades de tráfico que habían presupuestado un 74,97% menos de denuncias de este tipo.
“En cualquier caso , según AEA, en España se formulan demasiadas denuncias y no se consigue el efecto preventivo ni reeducador que deberían tener ya que se han convertido en un mero instrumento de recaudación”.
Además, AEA señala que el argumento falaz que se suele utilizar para disfrazar la verdadera razón de las multas en España” es que la recaudación se destina a seguridad vial” no es cierto.