El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ha publicado los datos de siniestralidad correspondientes a los ocho primeros meses del año. Comparando estos con los del mismo período de 2017 hay que destacar lo siguiente.
- Han causado baja 399.312 accidentes, lo que supone una subida neta del 3,6%. De ellos, 345.668 ocurrieron durante la jornada laboral y 53.644 fueron accidentes in itinere. Por tanto, aumentan los accidentes en jornada e in itinere, respectivamente en un 3,5% y en un 4,3%.
- El número de accidentes durante la jornada laboral se eleva un 3,5% para los leves, un 4,2% para los graves y un 1,2% para los mortales.
- El número de accidentes in itinere leves implica una subida del 4,4% para los leves y del 12,2% para los mortales, mientras que los graves bajan un 1,6%.
- En el balance general por sectores el índice de Incidencia de accidentes en jornada de trabajo alcanza un tímido descenso del 0,2%.
- El número de accidentes de trabajo sin baja notificados se traduce en un pequeño descenso del 1,2%.
- Desde el comienzo de 2018, al cierre de agosto, 419 personas han perdido la vida por accidentes de trabajo mortales: 327 en la jornada laboral y 92 al ir o volver del trabajo. Este dato se traduce en una subida global del 3,5%. También en una subida del 1,2% en los accidentes mortales en jornada laboral y en un disparado aumento del 12,2% en los accidentes mortales in itinere.
De seguir esta trayectoria de mortalidad, al final de año se superará el fatídico número de 618 víctimas mortales por accidente de trabajo alcanzado en 2017. El problema de la siniestralidad no se resuelve por las leyes de la inercia, es necesario un compromiso activo con la implicación del Gobierno y la participación de los distintos agentes sociales para poder hacer frente al desafío que representan fomentando e implementando medidas para un trabajo más seguro y saludable.
