El primer semestre de 2020 registró 62 muertes más en el trabajo que en 2019, a pesar de bajar los accidentes laborales en su conjunto. Las cifras de siniestralidad laboral que hoy avanza el Ministerio de Trabajo para el período enero-junio arroja un total de 219.522 accidentes laborales con baja (-29,2% mirando mismo semestre de 2019) y 239.025 sin baja (-32,5%).
La bajada fue más acusada en los accidentes con baja in itinere que en los que se produjeron durante la jornada de trabajo. Así, estos últimos descendieron un 28,1% y los que se produjeron durante los trayectos, un 36,6%. Hay que recordar que la mitad de este semestre estuvo marcada por el estado de alarma y la caída en picado de la circulación, lo que pudo favorecer ese descenso de los accidentes al ir o volver del trabajo, aunque no bajaron en cuanto a muertes. Atendiendo a la situación profesional de los accidentados con baja, 206.575 eran asalariados y 12.947, autónomos.
La bajada de la siniestralidad laboral puede atribuirse a una menor actividad, pero esta causa no se sostiene en cuanto a la mortalidad. Las muertes en el trabajo siguen aumentando a pesar de la cantidad de personas trabajadoras que han engrosado las listas del paro, estás sujetas a ERTE o han trabajado en un entorno a priori más seguro, a distancia desde el hogar.
Las muertes en el trabajo, medidas pendientes
354 personas han perdido la vida en el trabajo en el primer semestre de 2020. Son 63 muertes en el trabajo más en jornada laboral que entre enero y junio de 2019, y 1 menos in itinere. Es decir, han muerto 354 personas en 182 días. Prácticamente todos los días mueren 2 personas. Y eso, a pesar de que la mitad del período analizado tuvo baja o muy baja actividad laboral, y una reducción drástica de los desplazamientos. Solo Canarias y la Región de Murcia registraron una bajada de la mortalidad en jornada, que subió especialmente en ambas Castillas.
¿Cuántas personas más deben morir en sus puestos de trabajo para que atajar la siniestralidad laboral sea una prioridad del Congreso y el Gobierno? En 2020, la mortalidad en el trabajo ha aumentado ya un 27,4%, a pesar de haber bajado los accidentes laborales leves (28,2%, 75.045 menos) y los graves (descenso de 488, un 22,7%).
¿Cómo se producen principalmente las muertes en el trabajo? Según recoge la estadística del Ministerio de Trabajo y Economía Social, la forma o contacto de cómo se produjeron los accidentes mortales durante la jornada de trabajo se distribuye así:
- Infartos, derrames cerebrales y otras causas estrictamente naturales: 106
- Accidentes in itinere: 61
- Accidentes de tráfico -desplazamientos propios del trabajo, no hacia/desde el trabajo-: 48
- Quedar atrapado, ser aplastado, sufrir una amputación: 52
- Choque o golpe contra un objeto en movimiento, colisión con: 18
- Golpe sobre o contra resultado de una caída del trabajador: 36
- Ahogamiento en un líquido: 7
- Otras causas: 26
El necesario reconocimiento médico actualizado
La mayoría de los accidentes de trabajo mortales que se producen durante la jornada son los cardiovasculares y por causas naturales. Después, por atrapamientos y accidentes de tráfico. A partir de cierta edad, los reconocimientos médicos pueden prevenir la primera causa e incluso los atrapamientos o accidentes de tráfico, donde también pueden concurrir pérdidas de consciencia o percepción, que deriven en distracciones.
La estadística no desglosa, en infartos, derrames y otras causas naturales, cuáles se deben a descompensación en los factores de riesgo psicosocial. El aumento del estrés laboral, sobre todo durante el estado de alarma, podría ser un factor que explique en parte estas muertes en el trabajo.
Otras causas que han podido ocasionar estos accidentes mortales, sobre todo los de origen mecánico, pueden ser la deficiencia en las medidas de prevención de riesgos laborales en operaciones peligrosas de sectores como el agrario, la construcción y la industria. En este período, la agricultura y la industria han concentrado el mayor número de muertes en el trabajo, con un descenso durante la jornada en construcción, que registró en algunas semanas un parón total.
- Agricultura y ganadería: han fallecido 23 personas más que en 2019, un aumento del 109,5%.
- Industria: 28 muertes más en el trabajo, subida del 68,3%.
- Servicios: 27 fallecimientos más que en 2019, aumentando un 25%.
- Construcción: descenso del 25%, pero han fallecido un total de 45 personas, 15 muertes en el trabajo menos que en el mismo semestre anterior.
El covid-19 no explica el aumento de fallecimientos con origen laboral
La estadística de siniestralidad laboral añade un epígrafe de descripción de la lesión con el contagio de covid-19 reconocido como accidente de trabajo hasta el 3 de agosto.
Según esa estadística, 221 accidentes por contagio de coronavirus han sido leves; 1 grave y 13 mortales. Estas cifras no explican el aumento de las muertes en el trabajo, y eso a pesar de que, según consideramos en USO, la muerte por coronavirus debe ser considerada como accidente laboral para todos los trabajadores, y no únicamente para algunos sectores.
Desde marzo, las denuncias ante Inspección de Trabajo por asuntos relacionados con el coronavirus están centralizadas en una unidad especializada.
La carencia de medios en Inspección es precisamente una de las trabas para rebajar la siniestralidad, especialmente con el aumento de denuncias que ha supuesto la pandemia en esta primera mitad de año. Desde USO pedimos más dotación de personal y una mayor colaboración entre ITSS y comunidades autónomas que permita reforzar el Cuerpo de Subinspectores Laborales.