El coche eléctrico representa un futuro cada vez más cercano y es necesario acelerar el despliegue de puntos de recarga para poder atender el creciente número de usuarios eléctricos. Ante este escenario, Iberdrola ha ampliado su plan de movilidad sostenible destinando más inversiones y apostando por la recarga rápida.
En los próximos cinco años, la compañía destinará 150 millones de euros a intensificar la instalación de puntos de recarga tanto en hogares como en empresas y en vía pública.
Iberdrola sigue apostando por la electrificación del transporte en su estrategia de transición hacia una economía descarbonizada, como única vía para la reducción de las emisiones y la contaminación de las ciudades. Por ello, recientemente se ha marcado el ambicioso objetivo de desplegar 150.000 cargadores en el ámbito doméstico, comercial y público en los próximos cinco años.