La estadística de accidentes en el trabajo y mortalidad laboral de enero-julio sigue la misma tendencia peligrosa que USO ha denunciado en los meses anteriores: menos accidentes de trabajo por la paralización de la actividad en muchos sectores, pero una subida alarmante de la mortalidad. Entre enero y julio de 2020, se han producido 418 accidentes mortales, 346 en jornada y 72 in itinere. Esto supone 54 muertes más que en los mismos meses de 2019, un aumento del 18,5%. Con respecto a los datos de junio, han fallecido 64 personas, más de 2 al día. 53 muertes se dieron en jornada y 11, in itinere.
En valores absolutos y recogiendo todos los accidentes, los datos del avance enero-julio contabilizan un total de 263.434 accidentes laborales con baja (-28,7%, mirando mismo semestre de 2019) y 287.357 sin baja (-31%).
Se aprecia un leve incremento con respecto a junio, debido al tímido aumento de la actividad. Los accidentes in itinere siguen descendiendo con respecto a 2019, un 36,4%, pero es debido únicamente al aumento del teletrabajo y el descenso de la actividad, no a medidas de prevención y mejoras en la movilidad.
No, el covid-19 no es la causa del aumento de la mortalidad laboral
Este incremento de los accidentes mortales no se justifica por la incidencia del covid-19, ya que solo se han reconocido como accidente de trabajo hasta el 1 de septiembre 592 casos:
- 577 fueron calificados como leves.
- solo 1 caso como grave.
- 14 muertes por coronavirus.
Desde USO, hemos solicitado en reiteradas ocasiones al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones el reconocimiento de accidente laboral tanto del contagio por covid-19 como de la muerte por esta causa: pero para todos los trabajadores y trabajadoras, de todos los sectores, sin distinción.
El no reconocer el origen laboral del contagio, como sí se ha hecho de forma muy correcta con los sanitarios, provoca un falseamiento de la estadística. Y lo más grave: supone un problema a medio y largo plazo para los afectados por este virus: cada día se van descubriendo graves secuelas, incluso en los casos más leves. Si no se ha reconocido el origen laboral del contagio, ¿qué situación les espera a los trabajadores y trabajadoras que sufran secuelas de la enfermedad?
Es importante puntualizar que resulta casi imposible demostrar el origen exclusivamente laboral del contagio, debido a que no es un riesgo que se produzca sólo en el ámbito laboral o por el desarrollo de su labor, sino que, al tratarse de una pandemia, es muy complicado determinarlo. Como igual de imposible es determinar que no se ha adquirido el virus en el centro de trabajo.
Reforzar la prevención, una deuda pendiente con la salud laboral
Desde USO, recordamos al Ministerio de Trabajo y Economía Social la necesidad de reforzar la Inspección de Trabajo. La Autoridad Laboral está mermada desde hace años tanto en recursos humanos como económicos. Sin embargo, cada vez es más necesaria para reducir y prevenir la siniestralidad laboral. Además, Inspección centraliza en una unidad especializada todas las denuncias relacionadas con el covid-19. Por ello, esa unidad debe estar dotada de los medios suficientes para atenderlas.
El sindicato USO exige al Gobierno que la prevención de riesgos laborales sea de una vez una prioridad. Es alarmante que, en estos primeros siete meses del año, se disparen de esta forma las cifras de mortalidad. En ningún caso pueden justificarse con el reducido número de accidentes de trabajo que se han reconocido por covid-19. Ni mucho menos pueden entenderse con la paralización y disminución de la actividad durante el estado de alarma, el aumento del desempleo, los miles de trabajadores y trabajadoras sujetas a un ERTE y el incremento del teletrabajo.
Si seguimos con esta tendencia, 2020 va a ser uno de los años más negros en siniestralidad laboral. Y todo ello, ante las perspectivas de la tasa más de paro más alta de nuestra historia reciente.