El IPC sufre una segunda ola de caída y se sitúa en niveles de lo más crudo del estado de alarma, con una tasa anual del -0,8% al finalizar octubre. Los precios, no obstante, registran una subida mensual del 0,5% con respecto a septiembre.
Caen en muchos paquetes de productos, incluyendo los suministros de la vivienda, pero siguen subiendo en alimentación: “fruta, legumbres y hortalizas siguen aumentando de precio. Son productos básicos que no han dejado de encarecerse durante la pandemia, especialmente la fruta, que sube casi un 12% con respecto al mes pasado”, detalla Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.
Los precios de la nueva temporada textil, con los cierres, serán ganancia para grandes plataformas que ni crean empleo ni pagan impuestos en nuestro país
El otro grupo de productos que más se encarece es la ropa y el calzado, por la llegada de la nueva temporada.
“La ropa es uno de los productos más afectados por los cierres del comercio en la segunda ola. En los datos de octubre, aún no existe una incidencia real de estos cierres, pero sí queremos pedir a las diferentes administraciones que los han decretado que flexibilicen las medidas. Es obvio que con el cambio de temporada las familias necesitan comprar ropa y calzado, especialmente para los más pequeños, y cerrar las tiendas obliga a las familias a comprar en grandes plataformas que ni generan empleo de calidad ni pagan impuestos en nuestro país. Mientras tanto, los pequeños comerciantes se asfixian al no poder dar salida, por segunda vez este año, a la gran inversión que supuso apostar por la nueva temporada. La ciudadanía encaja la subida de precios y esta no revierte en beneficio laboral”, pide García.