El IPC de enero se sitúa en el 6,1 %, apenas 4 décimas por debajo del histórico fin de 2021. Gas, transporte, pan, ropa… la lista básica de la compra y suministros comienza el año igual que lo terminó: en una escalada inasumible para unos bolsillos que no crecen en la misma medida.
Una subida que duplica la del SMI, está cerca de triplicar la de las pensiones y triplica la subida media por convenio (2 %). La luz, por su parte, bajó ligeramente con respecto a diciembre, pero su coste sigue condenando a la pobreza energética a millones de hogares en España y condenando a otros tantos a dedicarle buena parte de sus ingresos.
Además, “los precios de récord marcados por los combustibles nos hacen temer una repercusión a corto plazo, por los costes del transporte, en todo tipo de productos de primera necesidad, como la alimentación”, advierte Joaquín Pérez, secretario general de USO.
“Necesitamos un gran pacto por los salarios, un pacto real, no un nuevo AENC del 1 o el 1,5 %. Los trabajadores no pueden aguantar más, llevamos años de pérdidas salariales que no se corresponden con el coste real de la vida. Necesaria subida salarial y contención de los precios de la energía y el transporte. Industria, autónomos, servicios… todos los sectores están sufriendo unos sobrecostes que penalizan el sistema productivo”, considera Pérez.