He encontrado una web muy instructiva que complementa muy bien el artículo que escribí hace tiempo sobre el consumo y contaminación del Falcon del gobierno respecto a un coche. En esta web podemos ver lo que llevan contaminando las aeronaves que utiliza el gobierno, concretamente 5 aviones Falcon 900, 2 Airbus A-310 y 2 Airbus A-330. Según sus autores de Falcon Despega, el objetivo de su web es documentar, de forma visual y políticamente neutral, así como transparente, los vuelos realizados por el gobierno con la flota de aviones que tiene a su disposición
En el artículo que escribí sobre la contaminación del Falcon, se puede ver como los que nos dicen que nos quitemos el coche privado resulta que son los que en una hora contaminan mas que un coche privado en todo el año. Igual es que lo que resulta está claro, la casta puede contaminar lo que quiera, nosotros no, nosotros somos la plebe y al paso que vamos solo podremos tener bici, patinete o como mucho un micro coche eléctrico de estos que van a salir y que con ellos muy lejos no llegaremos.
En esta web, muy trabajada por su autor, a parte de bastantes datos estadísticos, podemos ver el dinero que que ha gastado el gobierno en combustible, el número de litros, las toneladas de CO2 que han contaminado y, un dato muy interesante, el equivalente en años al consumo que haría un coche privado.
Así que de momento, y lo que les queda al actual gobierno, el resumen es claro, los que nos dicen que no contaminemos con nuestro coche han contaminado por el equivalente a un coche durante mas de 5000 años. Casi nada…. 5000 años, pero claro, como he dicho antes, al final siempre es lo mismo, una cosa es moral del señor y otra la moral del esclavo, o lo que es lo mismo, moral de la casta y moral que la casta quiere aplicar a los que para ellos no somos mas que la plebe.
Y para acabar este artículo os paso una noticia complementaria, para ponernos en contexto como se suele decir, la empresa que mantiene el Falcon privado de Sánchez triplica sus ingresos con contratos de Moncloa.
