Muchos conductores usan sus teléfonos inteligentes, leen y envían mensajes mientras están al volante, una conducta que implica distracción y riesgo para la conducción. Y de hecho, el último informe sobre seguridad vial de la OMS, señala que alrededor de 1.250.000 personas mueren todos los años como consecuencia de los accidentes de tráfico y otras 50.000.000 sufren traumatismos por este motivo. En España, las distracciones son causa de accidente en la mitad de los accidentes con víctimas y el teléfono móvil tiene cada vez mayor peso como factor de riesgo.
Un problema en toda Europa
Una encuesta reciente de BP, Castrol y RACE realizada en 15 países europeos sobre smartphones y conducción revela que en nueve países -Finlandia, Francia, Italia, Suiza, Luxemburgo, Portugal, Holanda, República Checa y España-, es considerado un problema de seguridad vial “muy importante”.
Respecto a la legislación, España, Alemania, Bélgica, Finlandia, Francia y Hungría son los únicos que prohíben expresamente su utilización durante la conducción, excepto en modo manos libres. Otros países como Italia, Holanda o Suecia, prohiben los sistemas que puedan distraer, sin mención específica al uso del móvil, mientras que Austria, Bosnia, Suiza, Luxemburgo y República Checa solo sancionan su uso para hablar.