Entre el 6 y el 19 de julio los jueces han estado muy atareados. Hasta los juzgados de toda España han llegado 702 automovilistas que superaron con creces el límite de alcohol (0,25 miligramos por litro de aire espirado) y cruzaron la línea hasta el territorio del delito. La nota difundida esta mañana por tráfico lo dice claro: «Ir al volante con más de 0,60 miligramos por litro de aire espirado conduce a los infractores a la cárcel». Cierto es que hasta ahora los jueces han optado por penas más blandas, salvo que se trate de reincidentes. En los últimos 12 meses 19.393 automovilistas han sido detenidos por circular bebidos, y 2.546 personas ingresaron en la cárcel.
Lo normal es que impongan una multa de unos 2.000 euros, la suspensión durante varios meses del permiso y unas 30 jornadas de trabajos en beneficio de la comunidad. Desde diciembre de 2007 hasta el pasado mes de abril, los jueces dictaron 52.513 sentencias de este tipo, la mayoría en juicios rápidos. Tras ser condenado, el automovilista queda con antecedentes penales, como cualquier otro delincuente. Un varón de unos 85 kilos podría arrojar la tasa de 0,6 con cuatro cubalibres.
Durante los 15 días que ha durado la campaña, se han realizado 422.109 pruebas y 5.149 conductores han arrojado una tasa positiva, lo que representa el 1,21% del total de controlados. La mayoría perderá entre cuatro y seis puntos, una sanción económica y, en algunos casos, deberán dejar de conducir durante varios meses. La campaña de control y concienciación de este año revela que el porcentaje de conductores pillados bebidos al volante sigue descendiendo: en 2006, fue el 1,47%; en 2007, el 1,26%; y en 2008, el 1,24%. En 2003, ese porcentaje ascendía a 3,97.
Los denunciados desde el pasado día 6 por circular ebrios, la mayoría fueron detectados en controles preventivos (4.674), otros 236, tras haber cometido una infracción, 204 tras haber sufrido o provocado un accidente, y 35, por síntomas evidentes de ingesta de alcohol.
El alcohol está presente como factor concurrente o determinante en un tercio de los accidentes mortales de tráfico. Según Toxicología, el alcohol acompañaba al 31% de los conductores fallecidos en 2008.
Fuente: El País
