Asistente de conducción “ECO” de Vexia Econav 430. ¿Realmente funciona?

Recientemente presentamos y probamos en estas páginas un navegador, que tenía como particularidad la conciencia “ecológica”, ayudando a sus usuarios a ahorrar mientras conducen, introduciendo una serie de pautas de circulación encaminadas a optimizar el consumo, además de la función obvia de todo navegador, que es la de ayudar a quien lo utiliza a llegar a su destino.

El aparato, de ingeniería española se distingue, además por una cuidada presentación, bastante mejor que la que hemos podido encontrar en aparatos de más precio y/o marca más prestigiosa o, mejor dicho, reconocida.

Pero en este artículo nos vamos a centrar en un aspecto realmente diferenciador de este aparato. Hablamos del asistente de conducción económica. Y por tanto ecológica. El asistente es una aplicación vinculada a una base de datos de vehículos grabada, y que a través del conocimiento de los desarrollos del vehículo y su velocidad real calcula los regímenes de giro y a partir de ahí, sugiere la marcha más adecuada para optimizar los consumos. Además identifica las aceleraciones bruscas y te sugiere levantar el pie o incluso frenar si se superan ciertos límites.

El asistente, probado individualmente, dio un funcionamiento correcto, pero se hacía totalmente necesario compararlo para ver si realmente ayuda a ahorrar o un conductor muy depurado podría mejorarlo. Además, deseábamos probar lo cómodo o incómodo que pudiera ser, tanto para el conductor como para el motor, el empleo “a rajatabla” de este asistente.

El vehículo empleado como “banco de pruebas” ha sido un vehículo de gama media con motor diesel, de potencia media-alta, y de última generación. Concretamente, un Volkswagen Passat TDI 170 CV con motor Common Rail, ruedas de 235 de sección y algo más de 1700 kg. En orden de marcha. El vehículo ha sido cortesía de un colaborador de Antiradares Blog, al cual agradecemos su predisposición.

Se ha tomado un recorrido de 23 kms, habitual. El recorrido comprende una mixtura de zonas urbanas y carretera de doble sentido, de buen trazado. Una de las peculiaridades de esta ruta es que es muy utilizada por ciclistas, así que era la candidata idea por tener la posibilidad de tener una buena cantidad de momentos de aceleración-frenada.

En un trayecto de conducción pretendidamente económica (no se ha usado el climatizador en ningún momento) se lograron consumos de 4,6 l/100 a 48 km/h de media, según la computadora del coche. Conducción previsora, en marchas largas, a un ritmo lo más ágil posible. Momento para el Econav. Mismo trayecto, pero siguiendo a rajatabla las normas. Resultado: 4,6 l/100 a una media de 45 km/h. La diferencia de medias es irrelevante, con lo cual, el econav se asimila a una conducción económica en resultados.

En la práctica, cómo se desarrolla? Bastante bien. Las instrucciones son claras, a las fronteras entre marchas son 10-20-35-50-65 para pasar de 1ª a 6ª. Punto a criticar, la histéresis entre aceleración y deceleración es muy pequeña (la frontera entre subir de marcha X a X+1, y la diferencia entre bajar de X+1 a X), así que si en cuesta arriba te manda subir marcha y lo haces, ese impasse de deceleración se traduce en un mensaje de reducir, y vuelta a lo mismo, lo cual hace la conducción un poco incómoda.

Pero el asistente de ECOconducción funciona muy bien, estimamos que más del 80% de los conductores pueden mejorar sus consumos con él, y por tanto, ahorrar. Según nuestra experiencia y lo que vemos en páginas como spritmonitor.de, y otros portales de almacenamiento y consigna de consumos, pensamos que el ahorro medio teórico podría estar en medio litro a los 100 kms de media. Al actual precio del combustible y sobre prestaciones anuales de 15.000 kms el ahorro anual es de unos 70 euros (un depósito de una berlina media), o lo que es lo mismo, antes de 3 años, el chisme se ha pagado solo. Y por tanto, tenemos un navegador “de balde” con el dinero ahorrado.

En resumen, muy recomendable, puesto que además de cumplir más que correctamente como navegador, la compra de un aparato de estos no se puede interpretar como un gasto, sino como una inversión. Inversión para nuestro bolsillo con el dinero que ahorramos, inversión para el medio ambiente y la sostenibilidad por el CO2 que emitimos de menos.

Autor: Lothar

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