Esta modalidad no es nueva y hay mas casos en el resto de España, se trata de que una empresa privada, Bilbomática en el caso de Mollet y Montgat, realiza una instalación de radares y cámaras de foto rojo y firma un contrato con el ayuntamiento por el cual durante unos años recibirá un tercio de el importe de las sanciones. Una modalidad muy buena para ambas partes y muy mala para el ciudadano ya que ambas partes quieren lo mismo, dinero, cuanto mas mejor.
Esto no esta gustando nada a los ciudadanos los cuales ya han empezado la recogida de firmas para cambiar de posición radares que no estan en zonas peligrosas, sino mas bien estan en zonas fáciles para recaudar. Radares que estan mal señalizados y, en el caso de los de semáforo, muy extrictos en cuanto al tiempo de paso de ambar a rojo, esto implica que los conductores estan mas pendientes de que no les cambie rápido el semáforo que del resto de condicionantes de la vía.
Por su parte el ayuntamiento pues supongo que debe estar muy contento ya que en nueve meses han conseguido superar la previsión de recaudación de todo el año, además hasta reconocen que algún radar estan dando bastante beneficio.
Pues sin mas, no hay que extenderse mas en esta nueva modalidad de expolio al pueblo, modalidad que mediante una empresa privada de por medio, los ayuntamientos se evitan la inversión de este tipo de dispositivos y se limitan a llenar la saca con los beneficios fruto del robo al pueblo.