Miles de víctimas de los motores defectuosos de Stellantis, pendientes de la reunión con la multinacional para negociar compensaciones
El coche de Silvia Torres es uno de esos 750.000 vehículos, su Peugeot 3008 Puretech con 62.000 kilómetros y seis años de antigüedad está aparcado en la calle, sólo un cambio completo del motor podrá hacerlo andar otra vez y ni la marca ni el fabricante se hacen cargo. “Mi marido tiene una discapacidad y un tumor que lo está matando, no puedo llevarlo a los médicos, tenemos que tirar de taxis, me he quedado sin coche por un fallo de fábrica, por un error de Stellantis que no quiere reconocer”, afirma Silvia, residente en Barcelona.
Comentarios recientes