Según un reciente informe de AUTOMOVILISTAS EUROPEOS ASOCIADOS (AEA), de los 318 puntos de las carreteras españolas donde se han instalado radares fijos sólo 109 (34%) resultan coincidentes con un punto negro. El resto se han ubicado en lugares con mínima o nula siniestralidad. Por el contrario existen comunidades autónomas con altísimas concentraciones de puntos negros, como por ejemplo Canarias o Baleares, donde hasta la fecha la DGT no ha instalado ningún radar.
A pesar de la entrada en vigor del carné por puntos, las carreteras españolas han contabilizado el pasado año más puntos negros y más accidentes con víctimas en dichos puntos negros.
Así lo afirma la organización de defensa de los conductores, AUTOMOVILISTAS EUROPEOS ASOCIADOS (AEA), en un reciente informe en el que analiza la incidencia que han tenido sobre los puntos negros de nuestras carreteras la implantación de los radares fijos por parte de la DGT.
Dicho informe -que recoge datos de la propia Dirección General de Tráfico DGT- revela que el pasado año se han producido en los 749 puntos negros de nuestra geografía, 3.073 accidentes con víctimas, con un balance de 171 muertos y 5.227 heridos.
“Esta cifras –según señala el informe de AEA- suponen un incremento del 0,59% en el número de accidentes sobre los ocurridos en 2005, y cerca del 6% en el número de víctimas: 5.398 frente a 5.111 del año anterior. También el número de puntos negros se ha incrementado un 1,35%, contabilizando diez más que el año anterior ”
Y ello a pesar de las costosas medidas adoptadas por la DGT, especialmente en lo que a la implantación de radares automatizados se refiere, con una inversión aproximada de cerca 20 millones de euros.
Ineficaz Plan de Radares
Como se recordará, a mediados del pasado mes de marzo la DGT puso en funcionamiento 175 nuevos radares en cumplimiento del Plan de Instalación de Radares Fijos para la lucha contra los accidentes de tráfico, que sumados a los instalados con anterioridad totalizaban 318 puntos de control de la velocidad.
Respecto de su ubicación, la DGT informó entonces que “los puntos de control de velocidad habían sido establecidos a propuesta de la Comisión Provincial de Seguridad Vial de cada provincia” y que uno de los criterios de instalación sería su localización “en puntos negros o tramos de concentración de accidentes en los que la velocidad excesiva aparece como factor desencadenante.”
Escaso éxito en la evitación de los accidentes
Pues bien, según revela el informe de AEA “sólo el 34% de los puntos de control de la velocidad instalados cumple con el requisito de estar en un punto negro. El resto se han colocado en lugares con mínima o nula siniestralidad. Lo cual podría explicar el escaso éxito que han tenido los radares en la evitación de los accidentes ocurridos en puntos negros.”
Inadecuada ubicación de los radares
Por comunidades autónomas – según señala el informe de AEA-, sólo Andalucía (61%), Cantabria (60%) y Madrid (60%) cumplen con el umbral mínimo de coincidencia de situar al menos la mitad de los radares en un punto negro (50% o superior).
En el resto, el nivel de coincidencia con un punto negro es mínimo: Aragón (28%); Asturias (25%); Castilla y León (16%); Castilla y la Mancha (20%); Comunidad Valenciana (25%); Extremadura (30%); Galicia (20%); La Rioja (0%) y Murcia (20%).
Muchos puntos negros y ningún radar
Por el contrario, el informe de AEA denuncia que existen comunidades autónomas con una altísima concentración de puntos negros (como es el caso de Canarias con 48 y Baleares con 57) en las que no existe ningún control fijo de velocidad. Tampoco en Navarra existe ningún cinemómetro fijo, si bien el número de puntos negros registrados en esta comunidad es mínimo.
Sólo en ocho provincias se cumplen criterios de coincidencia
Por provincias, de las 43 analizadas (ya que se han excluido las catalanas y vascas, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla), sólo 8 superan en un 50% el grado de coincidencia del lugar donde está instalado el radar con un punto negro. Estas provincias son: Cádiz (87%); Granada (71%); Jaén (71%); Málaga (85%); Sevilla (66%); Santander (60%); Cáceres 50% y Madrid (60%).
A la vista de estos datos AEA considera que las autoridades de Tráfico deben rediseñar el mapa donde deben colocarse los puntos fijos de control de la velocidad, buscando siempre los puntos negros.
Para el presidente de AEA, Mario Arnaldo , “si la DGT sigue con su empeño de colocar preferentemente los radares en autopistas, autovías y puntos con baja o nula siniestralidad, al final convertirá este importante sistema de prevención de los accidentes en un mero instrumento de recaudación, a modo de caja registradora”.
LOS PUNTOS NEGROS EN ESPAÑA
Desde el año 2000 la DGT ha definido “punto negro” al “emplazamiento perteneciente a una calzada de una red de carreteras en el que durante un año natural se hayan detectado 3 o más accidentes con víctimas con una separación máxima entre uno y otro de 100 metros”.
Según revela el informe de AEA, recogiendo los datos de la DGT, durante el pasado año se contabilizaron en las carreteras españolas 749 puntos negros, diez más que en 2005, con un incremento de la accidentalidad del 0,59% respecto de los accidentes con víctimas ocurridos en estos tramos en el año anterior (3.073 accidentes frente a 3.055).
Sólo 14 provincias de las 43 analizadas (no se han contemplado las 4 catalanas, las 3 vascas, ni Ceuta y Melilla) han reducido el numero de PN de sus carreteras. En 8 han permanecido invariables y en el resto, 21 provincias, han aumentado.
Por el tipo de accidente, en los PN han aumentado aquellos debidos a colisiones (2%); vuelcos (15,1%) y otros (13,9%), reduciéndose por el contrario aquellos originados por atropellos (-15,3%) y salidas de la vía (-1,4%).
Por el tipo de vía, los puntos negros se han localizado mayoritariamente en las carreteras convencionales (61,9%) y en las autovías (32,5%), siendo muy pocos significativos aquellos localizados en autopistas de peaje (0,4%) y en las autopistas libres (5,2%).
Mapa de puntos negros
Incidencia del plan de radares respecto a los puntos negros
