Seguridad Made in China, o el cuento de los duros a tres pelas…

Una berlina grande por 18000 euros, un todo-terreno grande por 15000 euros, un monovolumen medio por 10000 euros, un utilitario por 6000 euros. Todos ellos a estrenar, y con buen equipamiento, todos los detalles eléctricos, climatizados, y hasta con tapicería de cuero en algunos casos. Sin duda, ofertas irresistibles pensarán algunos. otros, que conozcan menos, dirán que imposible… Pues bien, hay una posibilidad real de que nuestros ojos vean esto. Coches de ahora a precios de hace 20 años. Quien lo iba a imaginar…

Este «milagro» existe, se llama coche «Made in China». Comercialmente adoptan los nombres Brilliance, JiangLing, Chery, Geely… Pero nos debemos preguntar: está preparado el producto chino para un desembarco en Europa?? Está Europa preparada para el desembarco de los chinos?? Antes de resolver estas preguntas haremos un repaso a la historia del automóvil en China.

En China ya se fabricaban automóviles en los años ’60. El mercado era muy escaso, pues la China de Mao era muy pobre y sólo las clases más adineradas y privilegiadas (que incluso en los regímenes comunistas existían) podían permitirse un auto. Por ello sólo había dos marcas: YLN, que fabricaba de manera quasi-artesanal un turismo bajo licencia Datsun (el ancestro de la actual Nissan), y las limusinas Hongqi para jefes de estado, que tenían mucha similitud con los siniestros ZIL que hasta hace bien poco empleaban los mandatarios soviéticos.

En los años ’80 y ’90 creció la cantidad de fabricantes, aunque el mercado seguía siendo muy escaso, ya que los potenciales compradores tenían muy bajo poder adquisitivo. El sistema, el mismo, producto conocido en Europa o Japón, fabricado bajo licencia por chinos. Así por ejemplo tendríamos productos como el FAW, que no deja de ser un Audi 100 Typ 44 (año 1984), el Saw Fu Kang, que es un Citroën ZX de la primera serie, o el coche que más éxito ha tenido allí, también bajo FAW, que era el que nosotros conocíamos como Volkswagen Santana. Producto que aún se fabrica, por cierto.

Muerte de Mao, disturbios en Tianan Men, introducción poco a poco del capitalismo. Con el cambio de siglo, va naciendo una clase de «nuevos ricos» que demandan un producto más exclusivo y menos arcaico. Las marcas europeas y japonesas echan el ojo en esa nueva gente. Ese gigante dormido empieza a dar síntomas de que se puede despertar. Como el mercado chino es tremendamente proteccionista e impone altísimos aranceles al producto importado, la solución pasa por asociarse a fabricantes locales y crear empresas y factorías por asociación. El desembarco de producto comienza por las clases más altas, bajando poco a poco en segmentos de mercado, y con producto reputado en Europa. Así modelos como el Audi A6, el VW Passat, el BMW serie 5 (estos tres alargados), el Toyota Camry, etc, cayeron en manos de unos chinos «elegidos». Más adelante se cubrirían segmentos inferiores y llegó el Peugeot 307 (del que sacaron una versión con culo), Toyota Corolla, VW Bora, y ahora tienen los pequeños europeos también, como el VW Polo (Classic), Renault Clio, Toyota Yaris. A la vez que estos, en china se fabricaban, con afán de venderlos más baratos, coches ya largamente descatalogados en Europa, así encontramos «maravillas» como derivados del Seat Toledo mk I, Seat Ibiza mk I, del propio Citroën ZX o del peugeot 306.

Además, nos encontramos con otro tipo de coches chinos, y son aquellos que son copias bastante fieles de modelos que triunfan en los mercados europeos, pero construidos y ensamblados con tecnología china. Esos vehículos bien pueden ser el Chery QQ, con un sospechoso parecido a un Daewoo Matiz, y el Huoyun, que es el hermano gemelo de un Smart Fortwo. Ya debe notarse que este fabricante ha tenido que modificar el modelo porque la antigua DaimlerChrysler, propietaria de Smart, les puso y ganó una querella por usurpación de la propiedad intelectual, y es que el diseño del Smart está patentado. Contra este abuso de las copias, el elenco de diseñadores chinos se ha rebelado también, puesto que las copias no traen futuro y acaban siendo perjudiciales para la economía y futuro del país.

Pero ha nacido una nueva clase de coches chinos, y son los desarrollados por ellos. En muchos casos recurriendo a diseñadores de renombre como Giugiaro, Pininfarina o la empresa Italdesign. Hablan de que cumplen los estándares de cualquier mercado del mundo. Coches equipados, y a precio de «dumping», para comerse el mundo del automóvil también. En cuando a ingeniería suelen recurrir a componentes de proveedores externos, así por ejemplo, en el mando de apertura de un Brilliance BS6 (berlina media tamaño Passat) se puede ver «Delphi», y el motor no esconde que es un 2.4 Mitsubishi. Se trata de modelos grandes, bastante bien equipados. Pero su dotacion de seguridad es escasa, y las terminaciones muy pobres. Asi por ejemplo, no suelen venir con airbags laterales, no tiene ESP, y de nuevos tienen un olor a pegamento y plasticorro que marea.

Entonces en 2005, a un iluminado se le ocurrió plantear el desembarco de los coches chinos en Europa, vía Holanda. El primer intento fue el JiangLing Landwind. Un derivado del Opel Frontera del año 1994, equipado hasta las trancas, con asientos de cuero, climatizador, y por unos 15000 euros. Motor llevaba un 2.4 Mitsubishi de gasolina de unos 125 CV. Suficiente para unas prestacione dignas. La gente comenzaba a mostrar interés por este producto y el ADAC (RACE aleman) compró un par de unidades. Su misión, someterlo a un crash-test para ver si cumplía con los estándares de seguridad. El test prometía, puesto que el importador hizo homologar el coche con un peso en vacío de 2510 kilos para evitar el obligatorio  crashtest que es necesario para homologar los turismos y todo terrenos. Las normas, el estándar euroNCAP (no es que esté muy de acuerdo con el sistema EuroNCAP, pero por lo menos te puedes permitir comparar bajo las mismas condiciones). El resultado: HORROROSO. 0 estrellas, riesgo de fallecimiento, colapso de la célula de seguridad en colisio asimétrica (40% de solapamiento) a 64 kms/h.

 El informe lo podeis leer aquí

Y teneis un precioso Video

Pero esta contingencia no ha amilanado las ansias de los chinos ni las de los importadores europeos. Y han preparado un segundo intento. Este intento se llama Brilliance BS6. es una berlina media, tamaño VW Passat, por unos 3 kilitos de los de antes, según trascendió del plan inicial. A cambio, llantas de aluminio, doble airbag, ABS, tapicería de cuero, climatizador, Hifi, equipamiento eléctrico completo… Además, un motor 2,4 de unos 130 CV, inyeccion multipunto, de origen mitsubishi. Sin duda, una oferta muy a tener en cuenta… a priori.

Pero el primer test ya arrojó unos resultados clarificadores. En Auto Bild lo sometieron en un cara a cara frente a un coreano (Kia Magentis) y la referencia en Alemania (VW Passat). Resulta interesante el compararlo con un coreano, puesto que 25 años después, los chinos desean repetir el éxito que tuvieron los surcoreanos, ofreciendo mucho coche por poco precio, aunque con una técnica muy poco vanguardista. En este test se comenzó a vislumbrar detalles que hacían que el «milagro» no fuese tan milagro. Se observa en las pruebas como tras unas frenadas exigentes, los discos se ponen al rojo. El límite de estabilidad aparece antes que en otros modelos, los acabados son muy pobres…

El contacto teneis aquí y la prueba comparativa la encontrareis aquí. Los artículos están en alemán, pero teneis una galería con abundante material fotográfico.

Y llegó el ADAC. Quiso comprobar si lo que el importador y los chinos decían sobre la seguridad de su producto, se cumple. Lo cierto es que el fabricante de Brilliance aportó material con el que demostró que a 56 kms/h, el habitáculo se mantenía estable. Dekra corroboró esos datos en un Crashtest. Eso es el estándar americano. Pero en Europa, para comparar, se emplea EuroNCAP, y por ello se propuso el ADAC someter al test al Brilliance, como se someten a las novedades del mercado. Impacto frontal por un lado, y lateral por otro, según estandar EuroNCAP. Y otra vez fracaso, pero fracaso sin paliativos. 1 estrella (por valores daría 2, pero hay riesgo crítico en el impacto lateral y por eso se la quitan). Es un resultado muy similar al que sacó el Citroën Xantia de 1993. Es decir, su estándar de seguridad es el de hace un coche de 15 años, que hace 15 años valía algo menos de 18000 euros. Entonces… dónde está el progreso?? Más abajo pondré el link del euroncap del xantia.

En el Brilliance a 64 kms/h se aprecia un desplazamiento del pilar delantero de 40 centimetros, con colapso del habitáculo y atrancamiento de la puerta. Sin duda, un caso para el cortachapas de los bomberos. El riesgo de atrapamiento es muy alto y eso puede ser decisivo para que, de no fallecer por el impacto, se pueda fallecer por las lesiones en los momentos posteriores al ser la desencarcelación una tarea complicada. En el video del crash test se observará tanto la deformación frontal, como el test de impacto lateral, en el que se ve como el dummy es desplazado como un papel, evidenciandose en los sensores unas cargas que acarrean lesiones de potencial mortalidad.

Así pues, os dejo el material aquí:

EuroNCAP Brilliance BS6

EuroNCAP Citroën Xantia

Video EuroNCAP Brilliance BS6, cortesía de ADAC

Por todo esto expuesto, creo que los coches chinos son una amenaza, pero no una amenaza comercial por tener precios de dumping, sino una amenaza para la seguridad. Porque al final nadie da duros a cuatro pelas. Y si quieres un coche a precio de hace 15 años, al final te llevas un coche de hace 15 años. Ni más, ni menos. Pero importante, si quieres cambiar de coche y estás justo de pasta, un chino no será, por ahora, la solución válida. Por lo que vale un Brilliance, tienes un Passat o un Mondeo de 3 años de edad, con unos estándares de coche moderno, un comportamiento de coche moderno, etc. Creo que jugar con la seguridad, no vale la pena.

Pedir disculpas por un artículo tan denso. Espero que sea de vuestro agrado.

Un saludo!!

Lothar

Autor: Lothar

2 ideas en “Seguridad Made in China, o el cuento de los duros a tres pelas…

  1. Un excelente artículo con el que estoy totalmente de acuerdo. Eso no quita que a mucha gente a la hora de comprar un coche le pasa como con la vivienda, que solo mira si puede pagar la cuota mensual sin preguntarse objetivamente si el producto tiene una relación calidad/precio adecuada.

    Tendrán éxito igual que lo está teniendo el Dacía Logan, que tampoco es que vaya muy puesto en seguridad…

  2. La auténtica pena es que estos comentarios (de gente que controla el tema) no aparecen en los periódicos, ni en las noticias para que el grán público tenga unos valores de referencia para tomar la decisión de comprar este tipo de coches o poseer al menos un cierto criterio. Vende más los titulares tipo ¨los coches chinos nos invadirán para el 2010¨ ¨el futuro del automovil está en China¨. Gran desconocimiento por parte de los profesionales de la información sobre la realidad del mercado chino, de quien son los reales clientes de sus coches (mercado doméstico y los paises asiaticos y africanos más pobres) así como de la tecnología que esconde un coche en cuanto a diseño de estructuras, aleaciones especiales y materias primas de los componentes que lo forman. De lejos darán el pego a ojos no habituados, pero empezando a rascar por debajo de la superficie se descubre lo que se esconde.

    ¨El conocimiento os hará libres¨. Para los coches chinos y en general para la mayoria de los aspectos de la vida, se puede aplicar esta sentencia.

    Ráfagas, GTO.

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