Radar(I): Introducción y generalidades

Durante las próximas semanas vamos a editar una serie de artículos técnicos dedicados principalmente a los radares y anti-radares desde un punto de vista técnico, como funcionan, como detectan, como evitan que detecten… aprovechando también para ahondar en la cuestiones técnicas y principios físicos necesarios para entender su funcionamiento como que es una onda electromagnética, periodo, frecuencia, comportamiento de la oem según su frecuencia, efecto Doppler, etc.

Evidentemente, no se trata de una serie de artículos para llegar a tener grandes conocimientos técnicos e incluso la gente con dichos conocimiento quizás los encuentre algo “flojos” (sobre todo al principio). Mi idea principal es hacer llegar a la mayoría de nuestros lectores sin estos conocimientos, una base para que puedan entender esos “palabros” que se barajan en las descripciones técnicas de los anti-radares.

GENERALIDADES

¿Qué es un radar? Bueno así a “grosso modo” un radar no es más que un aparato que emite una onda electromagnética (radio o láser) y que dicha onda choca en nuestro vehículo rebotando y siendo nuevamente capturada por el radar. Por gestión electrónica (que ya iremos viendo más adelante) comparando el haz emitido con el haz recibido, es capaz de calcular la velocidad del vehículo. En nuestros artículos nos centraremos en los radares que emiten una onda de radio, dejando para más adelante los radares láser.

Aunque la DGT utiliza otros métodos para medir la velocidad, como los detectores de tramo, las bandas de inducción, etc., estos no tienen nada que ver con los radares (por lo menos por lo que entendemos por radar) ya que simplemente son detectores que detectan un vehículo en un punto A, y cuentan cuanto tiempo tardan en llegar a un punto B, entonces simplemente con la ecuación:

Velocidad = espacio/tiempo

Pueden calcular la velocidad media del vehículo.

FUNCIONAMIENTO BASICO DEL RADAR

Como hemos dicho, en esta serie de artículos nos vamos a centrar en los radares que emiten una señal de radio. El radar consta principalmente de una antena direccional (antena que emite la mayoría de su energía en una dirección concreta) que emite una onda a una frecuencia elevada (ya sabemos que las bandas de radar de la DGT son de varias decenas de GHz, y esto es porque es mas directiva y enfoca mejor la energía, pero esto ya lo veremos mas adelante en su momento); esta señal emitida rebota en el objeto a detectar su velocidad y vuelve a ser recibida por el radar.

El haz de esta emisión ha de ser estrecho y directivo, de ahí por ejemplo que en los radares rotativos, esos que estamos acostumbrados a ver en las películas, se vea una pantalla como un “haz” giratorio que rota los 360º de tal manera que el radar, aún no pudiendo detectar en los 306º al mismo tiempo, al girar la antena podemos componer una imagen efectiva de lo recibido alrededor del mismo. Ya en los radares más modernos utilizamos por ejemplo por los controladores aéreos, las imágenes son gestionadas electrónicamente de tal manera que eliminamos ese barrido sobre la pantalla y obtenemos una imagen clara de los acontecimientos alrededor del radar.

Como curiosidad decir que en aviación se utilizan 2 radares, el radar primario que es este que contamos y luego hay otro llamado radar secundario que en realidad mas que un radar es un trasceptor (un emisor-receptor de radio) que conecta con el transpondedor del avión (un emisor de radio que contesta cuando el radar secundario de interroga) donde la torre de control recibe los datos de aviónica del avión (posición, altitud, velocidad, etc) y el número de identificación del vuelo. En aviación civil por ejemplo este radar es el más utilizado apoyado por el radar primario, así que cuando en una película vemos en la pantalla del controlador el puntito que viene acompañado del número de vuelo y demás datos, es este radar secundario.

Pero esto nada tiene que ver con el radar de la DGT (solo era una curiosidad) que a la postre es lo que verdaderamente nos interesa, pero quien sabe si mañana se les ocurre obligar a la gente a instalar un transpondedor en el coche para que así la DGT nos tenga controlados y saber en cada momento donde estamos y a que velocidad vamos (bienvenidos al mundo del Gran Hermano de Peré Navarro).

Una vez que la señal de radio, o la onda de radio (que es lo mismo) choca contra el vehículo, una parte de esta es rebotada y capturada nuevamente por el radar, entonces haciendo una comparativa entre la señal emitida y la recibida, la gestión electrónica es capaz de calcular nuestra velocidad mediante el efecto Doppler.

¿Cómo lo hace? Lo dejaremos para el siguiente artículo donde hablaremos de:

– Que es una onda electromagnética.
– Comportamiento de las ondas electromagnéticas según su frecuencia.
– Efecto Doppler.

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