El estado opresor

Estas palabras nos recuerdan a todos a esos países subdesarrollados de algunos continentes, o a gobiernos pasados, como el de Franco, del que tanto les gusta hablar a los comunistas para justificarse y declararse solemnemente buenos y defensores de los derechos de los «ciudadanos y ciudadanas».

La realidad me demuestra una verdad mucho más fea. Es muy fácil ir proclamando ser muy «guay» y engañar y mentir al pueblo. No entro en opresión política contra disidentes, que en esta España apenas tiene importancia, a menos que quieras ir contra el sistema «democrático». Me refiero a los instrumentos de «terrorismo y opresión» contra el ciudadano mediante el abuso de la DGT (Dictadura General de Tráfico). Han convertido a la Benemérita y a los «gossos» de Escaudra en simples perros recaudadores, escondidos como ratas para robarnos los pocos dineros que nos dejan con unos impuestos abusivos y excesivas para la mierda de infraestructuras que tenemos en España.Se amparan en las «leyes» que ellos mismos dictan para robarnos alevosa e impunemente, pues ni siquiera tienen que cumplir ellos las mismas leyes. Aunque estén obligados por Ley a identificar y notificar al conductor del vehículo, se pasan este trámite por el forro, alegando luego que «ya está en el BOE» (lectura obligada de todo españolito para desayunarse, claro». Opresión es también el hecho de convertir a los ciudadanos en borregos asustados que no se atreven a ir a más de 70 Km/h por las autopistas que pagamos de nuestros bolsillos por temor a que «les cacen» en algún radar. Porque se trata de eso, de «cazar» nuestros dineros con la excusa hipócrita de que es «por nuestra seguridad». Es lamentable que la Policía se dedique a perseguir al conductor y a dejar libres a los criminales y a los delincuentes que infestan esta país. Esos que luego los jueces dejan inmediatamente en libertad, como el traficante de Valladolid, mientras le privan a uno de libertad durante un mes por haber sido «cazado» (alevosa y premeditadamente) a 150 km/h por una autopista desierta camino a casa después de una larga jornada de trabajo.Y mientras callemos y paguemos, esto solamente irá a peor. Ya están tramando otra trampa mayor en la C32 de Barcelona: poner límites «variables» de 40 km/h por una pista de tres carriles. Basta de robar y de oprimir, tenemos que hacer algo contra estos burócratas sinvergüenzas y sus mentiras. Y pronto.

Otra consecuencia de los dictados de los bolcheviques, que padecemos los ciudadanos en forma de persecución y acoso por parte de la policía a raíz de la imposición de un límite de velocidad absurdo, cuyo único fin es recaudar (al tiempo que aumenta el peligro en las autopistas C32 y C31), es la opresión que estos bolcheviques del gobierno catalán cometen contra nuestra economía. Se trata de individuos separados del ciudadano, y que aplastan a quienes pretenden representar. La desproporción entre el presunto «delito» (inventado por quienes han impuesto este disparate de la «velocidad variable por su seguridad») que comete el trabajador que se desplaza OBLIGATORIAMENTE a su lugar de trabajo por carretera con el golpe económico a su bolsilo es descomunal.Que en un país de «mileuristas» como es España, se castigue con el 15% de esos ingresos mensuales porque le «cazan» circulando por encima de esa aberrante limitación, es una forma de opresión intolerable e injustificada. Y no hablemos de la amenaza de la retirada del permiso de conducir, elemento indispensable para que se ganen la vida. Estos gobernantes bestiales tienen solamente el poder de la fuerza que les ha otorgado el pueblo para que vuelvan a sus servidores (la policía) en sus perseguidores. Y solamente el pueblo tiene el poder de retirarles esta potestad que conduce al abuso del poder. La solución es sencilla: hay que echarlos.Estos bolcheviques de pacotilla no solamente humillan al ciudadano (es deprimente observar la reata de borregos asustados circulando a 50 por una autopista de tres carriles, con la espada de Damocles del radar oculto y el patrullero camuflado sobre el cuello y el bolsillo), sino que al oprimirnos nos arrebatan algo sin precio, que es la libertad. Y circular decentemente a la velocidad que consideramos necesaria para poder aprovechar nuestro tiempo, es parte de esa libertad del individuo.Como es propio de la opresión, estos dictados atentan contra nuestra dignidad, al vejar, humillar y tiranizar al pueblo. Es insoportable someterse al dictado de un burócrata caprichoso que blande las excusas hipócritas que nadie se cree (contaminación, accidentes), y dedica las fuerzas de seguridad a perseguir al ciudadano enm lugar de hacerlo con los delincuentes que infestan nuestras ciudades. Señores, de mi seguridad me encargo yo, lo llevo haciendo toda la vida. Y con éxito hasta la fecha. Váyanse a la mierda.

A estas alturas, todos sabemos ya que el límite de 120 km/h se impuso en 1973 (hace 35 años…) como consecuencia de la crisis del petróleo que impusieron los países de la OPEC.Dicho esto, como nadie comprende las razones por las cuales se mantienen en vigor, amén de la descarada excusa de «nuestra seguridad» para sablearnos nuestros castigados bolsillos, quisiera llamar la atención sobre otro hecho que tal vez pase desapercibido para muchos.También recordarán todos la famosa fábula de ORWELL, ANIMAL FARM, en la que critica descarnadamente el sistema bolchevique que convierte a la sociedad en una granja. Pasemos de los distintos arquetipos que caracterizan a cada bicho, salvo a los PERROS, que no necesitan que les pongan gorra ni radar para que sepamos quiénes son.A los gobernantes, en el fondo todos BOLCHEVIQUES, les obsesiona la idea de PROHIBIR todo aquello con lo que disfruta el ciudadano, en su afán de hacer que todos los esclavos sean IGUALES. Esto les viene de la falacia de la Revolución Francesa, con esa consigna tan absurda como imposible. Hoy ya tenemos un «MINISTERIO DE LA IGUALDAD» (manda huevos) y todo. Sin embargo, he dicho que se trata de resaltar el hecho de que todos los esclavos sean iguales. Es decir, no toleran que haya ciudadanos distintos a otros, cosa inevitable y que es una bendición del ser humano. Pero no, a ellos, los elegidos, los gobernantes, no hay nada que más les incomode que la INDIVIDUALIDAD, la libertad y el hecho diferencial de que NADIE ES IGUAL QUE EL PRÓJIMO.Traducido en coches, podríamos ver que toleran que Pepito, que apenas tiene estudios, pocos recursos y menos trabajo, apenas le alcance para comprarse a plazos un SEAT 600 con ayuda de papi, circule a 120, porque es lo que le da ese motor. La cosa se complica cuando Don José, abogado, que se gana bien la vida, se compra un MERCEDES 500 y pretende disfrutar de su LIBERTAD de circular a 180. Oh, no, esto no es posible. IGUALDAD, dicen. ESCLAVITUD, digo yo.

Cuentan las malas lenguas que, este invento de las señales de velocidad variable que han impuesto en la C32 y la C31 de Barcelona, tiene su génesis en un viaje de esos que les pagamos a los bolcheviques catalanes por Inglaterra. Resulta que vieron, alrededor de Birmingham y Londres, que los limites variaban en función de la densidad del tráfico o de los atascos, etc. Ocurre que, nadie advirtió a esos pardillos de que en Inglaterra la velocidad se da en millas por hora. Eso explica que hayan puesto ese absurdo 40, 50, 70 u 80 KILOMETROS por hora en España. Basta con calcular esas velocidades en millas para saber las velocidades en kilómetros que deberían de aplicarse y que dejarían de ser tan intolerables y absurdas…

Fuente: Pere Navarro Dimisión

Autor: Otros
Noticias variadas de fuentes diversas, relacionadas con tráfico o seguridad vial, se cita enlace a noticia original.

4 ideas en “El estado opresor

  1. La igualdad por parte de la izquierda marxista está muy clara, y tenemos muchos ejemplos del pasado y del presente. Todos IGUALES de pobres mientras la casta dirigente viven como «marqueses» salud camaradas.

    La dictadura disfrazada de democracia que vivimos en la actualidad es la fruta madura que estamos recogiendo de aquel mostruo que se creo en la transición, un sistema que hizo unas leyes electorales que no ponen en el mando a quien más votos saca, sino a quien las proporciones mandan, o sea, que un voto de un ciudadano vale menos que el de otro ciudadano, que un partido político saca más escaños que otro que a obtenido más votos.

    El sistema está adulterado, pero no solo la ley electoral, sino el sistema de partidos, este monstruo llamado «partitocracia» que nada tiene que ver con la democracia, solo nos deja elegir entre el caudillo de Ferraz o de Génova, a cual más incompetente, ni hay primarias, ni hay libertades dentro de los propios partidos, nada… tu eliges el nuevo dictador para los próximos 4 años y después «fuck out» (traduccion libre, no molestes, o deja de joder seria más apropiada).

    ¿solución? dificil sin un regimiento de tanques y artillería detrás tuyo camino para la Moncloa, porque lo que dicen en el post, ellos son los que hacen las leyes, a su imagen y semejanza, y ellos siempre harán todo «Muy legal»… aunque absolutamente amoral, y ellos mismos tendrían que suicidarse y cambiar el sistema, pero como no lo van a hacer, porque viven así muy bien, pues lo llevamos claro.

    País País…

    http://www.lacasadelarcerojo.wordpress.com

  2. En una «memocracia bobónica» nos hallamos, (la idea es copiada), o en una «mierdocracia», (esta sí es mía), y a estos, como no les «metan mano» los jueces aún operantes que quedan en este país. Lo veo muy difícil, porque serían unos pocos contra todo un ejército de sinvergüenzas.

    Garzón parece que está intentando «hacer un poquitín de limpieza», que no es que me fié yo tampoco demasiado de este, pero al menos, ¡hace algo!. Aunque como mínimo necesitaría a 100 o 200 más a su servicio para ir al ritmo «adecuado». Y digo adecuado para acabar con esta plaga de sinvergüenzas que hay en este país, que es casi equivalente a una plaga de langostas que lo devoran todo. ¡Y son los que estan arruinando al país!.

    ¡Mucho politiqueo hay en la justicia de este país!, habrá que rezar para que salgan más jueces que le paren los piés a este -insisto-, ¡auténtico ejército de sinvergüenzas que campa a sus anchas!, y lo peor de todo es -como ya sabemos-, que ellos mismos legalizan sus latrocinios y sus perrerías. ¡Es repugnante!.

    Pero no perdamos la esperanza en la justicia real, porque, -me creaís o nó, eso ya no importa-, en el infierno hay espacio para todos estos, y ¡aún sobra!. Seguid, ¡seguid así! que a todos los cerdos les llega el final, y con ese final… ¡El peor final posible!.

  3. A temblar me hecho cuando el Juez Garzón, que nadie se olvide, estuvo militando en el PSOE y fue candidato por el mismo, que sea el que tiene que vigilar «la igualdad democrática», así nos va.

    Este país solo tiene una solución a largo plazo, pero empieza por eliminar toda la clase política que de corrupta es insalvable, la pregunta es ¿como hacerlo pacificamente sin llevar detras una legión de tanques? complicado… porque los que tendrían que sacar las leyes para solucionarlo son los mismos que no quieren que se soluciones, y la clase política no se va a hacer un «hara-kiri» político por el bien de España, es más, «suicidarán» a España antes de soltar la teta que de tanto mamarla la están dejando seca.

  4. Si es que la política en este país es además de auténtico chiste: parecen niños en el patio del colegio peleándose por chorradas, o actores de teatro que no se creen ni el papel que representan, o bandas callejeras que pelean por controlar sus distintos barrios. No hay seriedad, ni idealismo auténtico, ni decencia, ni honradéz, ni verdadero sentido de la responsabilidad, ni vergüenza, ni «na» de «na». Caca de la vaca. Eso es la política en la España actual.

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