Interior estudia que la Ertzaintza ponga multas desde el aire con helicópteros

El Departamento de Interior está realizando un estudio técnico para comprobar la viabilidad de que la Ertzaintza imponga multas desde el aire con helicópteros, como ya hacen desde hace años la Dirección General de Tráfico y el Servei catalán de Trànsit. Las aeronaves de la Policía autonómica denunciarían «infracciones visibles a cierta altura, como adelantamientos y giros prohibidos, conducción marcha atrás por una autopista…», entre otras, según explicó un portavoz. La decisión definitiva podría adoptarse en los próximos «quince o veinte días». De momento, los responsables de Interior están evaluando «de qué medios se dispone y hasta dónde se puede llegar», indicaron fuentes internas.


La idea de utilizar helicópteros para sancionar a los conductores incívicos partió del propio consejero Rodolfo Ares en los primeros momentos de la legislatura. Una de las gestiones realizadas al respecto fue un viaje de la nueva directora de Tráfico del Gobierno vasco, Amparo López, a Madrid, donde se reunió con representantes de la DGT para conocer en profundidad su modelo con el fin de poder aplicarlo en Euskadi y adecuarlo a nuestras orografía y peculiar red viaria.

La Ertzaintza cuenta en la actualidad con cuatro helicópteros, algunos de ellos preparados para rescates en el mar o en montaña y otros con los que se realizan vuelos de vigilancia del tráfico, que disponen de una webcam para tomar imágenes. Una de las primeras cuestiones que deberían delimitarse pasa por si las infracciones detectadas desde la aeronave se grabarían en vídeo o se fotografiarían, el sistema que se emplea en los radares fijos. Para ello, en las imágenes deberían apreciarse el modelo del vehículo y, sobre todo, la matrícula. Para que los dígitos de la placas sean legibles desde el aire, el aparato tendría que volar a unos 1.500 pies de altura, entre 400 y 500 metros del suelo, siempre en el sentido de la marcha y a una cierta distancia.

Labor preventiva

Los helicópteros de la DGT, por ejemplo, son pilotados por funcionarios a los que acompaña un guardia civil, el único con potestad para denunciar una infracción. El Servei de Trànsit, que depende de la Generalitat, heredó la competencia del Gobierno central, y utiliza aeronaves para multar desde hace casi una década. La Ertzaintza debería también determinar qué tripulación viaja en los aparatos y si les acompañaría un agente especializado en Tráfico, o bien los operadores de los helicópteros recibirían formación para aplicar el código de circulación y redactar una denuncia. También habría que decidir si la conducta ilegal descubierta se notifica al momento por tierra al conductor o si, como sucede con las multas de radar por exceso de velocidad, son notificadas por correo al infractor a posteriori.

Fuentes internas consideran «factible» la iniciativa y defienden la labor preventiva de la Policía. El simple hecho de saber que los helicópteros están capacitados para grabar ‘in fraganti’ a los conductores kamikaze reprimiría a muchos de saltarse la normativa. Desde el interior de un coche, sobre todo si la música está alta, o en una moto con el casco puesto, a veces resulta difícil escuchar el rotor o ver la sombra del aparato en el asfalto. Además, un helicóptero tiene la capacidad de sobrevolar una zona como la A-8 a su paso por Muskiz, y en veinte minutos, encontrarse en Vitoria o en pueblo de Guipúzcoa.

En algunos tramos de carreteras españolas se han colocado carteles en los que se puede leer ‘Zona vigilada por helicópteros’. En Madrid o Valencia se sanciona mucho desde el aire, menos en Galicia, donde en 2008 la DGT tramitó 275 infracciones al volante detectadas por una aeronave, la conocida como ‘Abeja 23’. Las multas oscilan entre los 150 y 300 euros, además de la correspondiente retirada de puntos. Las infracciones más comunes son los adelantamientos prohibidos, invadir líneas continuas y cebreados, no respetar las señales de prioridad, realizar giros incorrectos y, en menor medida, el uso del teléfono móvil al volante o la falta del cinturón o el casco, curiosamente, de las conductas más sancionadas por los agentes de Tráfico a pie de carretera.

Fuente: El Correo Digital

Autor: Otros
Autores diversos.

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